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La comarca de Avilés, junta pero no revuelta

Los residentes en los concejos limítrofes defienden el cierre de fronteras de Asturias, pero están disconformes con el confinamiento perimetral de la villa

Por la izquierda, Raúl Muñiz, Eloy Rodríguez y Celestino Prieto, en Raíces Nuevo. MARA VILLAMUZA

Hacer la compra, acudir a los bancos o poder pasearse por la plaza de Avilés los lunes son algunas de las rutinas que echan de menos los ciudadanos que viven en el área de influencia avilesina. El cierre perimetral de Avilés, al que se une el toque de queda y el cierre de fronteras en Asturias, están complicando la vida de los vecinos del resto de los concejos de la comarca, que no entienden esa separación que geográficamente no existe entre Avilés y, sobre todo, los concejos de Castrillón y Corvera "donde con un pie estás en Avilés y con otro en Las Vegas o Raíces Nuevo".

En La Laguna (Illas) solo hay consultorio médico y farmacia. "No podemos ir a comprar a Avilés, o sea que hay que apañarse en otros concejos limítrofes", señala Lola Villalaín, que junto con Alberto García y Luisa Blanco esperaban ayer con cita previa en el exterior del consultorio médico de La Laguna. "Aquí no tenemos ni cajero ni bancos, tenemos que ir a Avilés; espero que me dejen pasar", decía esperanzada Luisa Blanco, que considera que ni el cierre perimetral de Avilés ni el de Asturias termina con los retrasos en los centros sanitarios. "Me he cansado de llamar por teléfono al consultorio y no me lo cogen, es para pedir hora para ponerme la vacuna de la gripe y, al final, he venido en persona. Hay cosas que no deberían pasar a nivel sanitario", se queja.

En Raíces Nuevo (Castrillón), los jubilados Eloy Rodríguez, Raúl Muñiz y Celestino Prieto se suelen reunir en el parque para comentar la actualidad local, regional y nacional. "Aquí se nota mucho que los de Avilés no pueden salir. Se nota en los bares y sobre todo en la gente que viene caminando de Avilés al paseo de Salinas porque la mayoría pasa por aquí, muchos a diario", dicen.

"Yo los lunes suelo ir a Avilés, a la plaza, y este lunes no fui. No pueden tenernos así seis meses, es mucho tiempo. Tenemos pa largo. Es cierto que los viejos tenemos que tener muchos cuidado, yo ahora me tomo el vino y el pincho en casa y luego vengo un rato al parque", relata Eloy Rodríguez.

"Que no nos dejen salir de Asturias está bien y que no dejen entrar, también, porque el virus nos lo trajeron de afuera. En Asturias tenemos el virus un poco más aparcado", dicen los tres convencidos.

Mari Fernández Gayo se presenta como "moscona residente en Castrillón (Raíces Nuevo)". Defiende a capa y espada los cierres perimetrales. "Y veo muy bien que la Guardia Civil y la Policía paren a la gente. El lunes pararon a un autobús de línea que venía de Avilés y a mi marido a la entrada de Raíces", dice. Esta segura que cuando alguien por alguna razón necesita salir del perímetro no tiene problemas. "Yo tengo que ir a buscar a mi nieto al colegio a Avilés, y tengo ya la autorización, igual que para ir al médico", asegura.

Gonzalo Rodríguez Quintana es un jubilado que reside en Valliniello (Avilés) a dos pasos de la frontera con Gozón. "Este confinamiento no me parece bien. Nosotros solíamos ir al centro comercial de Trasona (Corvera) a comprar y a Luanco (Gozón) también íbamos mucho. Lo peor es que en Boal tenemos una casa a la que solemos ir varias veces al mes para cuidarla". Gonzalo Rodríguez se consuela con el taller que tiene debajo de su vivienda y en el que da rienda suelta a la práctica de la mecánica, su hobby. "Es increíble que ahora los asturianos seamos los culpables. Si hubieran cerrado cuando aquí estábamos bien hubiera sido mejor. Así los asturianos podríamos haber salido libremente por la región para consumir y ayudar a los sectores comerciales. Ahora que precisamente ya nos habían dejado salir, nos vuelven a encerrar. Entiendo el primer confinamiento pero ahora ya no entiendo nada. Ni ellos (los políticos) lo entienden", dice.

El taxi es uno de los sectores al que los cierres perimetrales y los confinamientos causa daños. "Tengo mis dudas de si el cierre perimetral de Avilés valdrá para algo. Los centros comerciales de Trasona y La Carriona están casi vacíos", afirma Víctor Manuel Muñiz, taxista de Corvera. Como la mayoría de los vecinos de la comarca, dice estar "desorientado". "En Oviedo y Gijón el cierre perimetral se puede llegar a entender, pero en Avilés es ilógico. Es una comarca con municipios como Castrillón y Corvera que tienen mucho peso, entre los tres nos complementamos en muchos sectores", sostiene.

"Los vecinos de Corvera no entendemos que no podamos llegar a Villalegre (justo a un paso de Las Vegas) para ir al banco o a otras actividades, y los de Avilés al contrario, no pueden venir aquí. Esperemos que todo esto acabe pronto. Entiendo que se cierre Asturias pero lo de Avilés es algo que nos cuesta asimilar porque somos una comarca pequeña y que nos necesitamos unos concejos a otros", explica.

Víctor Manuel Muñiz opina que el sector del taxi está sufriendo mucho los efectos de la pandemia. "Trabajo tenemos poco, poquísimo. Por una parte esta situación hace que la gente tenga miedo a gastar y por otra, en la hostelería no hay movimiento y nosotros vivimos muchos de ese sector en el que ahora no hay nada de movilidad. Esperemos que todo acabe pronto", dice entristecido.

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