El joven condenado a tres años de prisión por una agresión sexual en 2018 a una mujer en Bustiello se librará de entrar en la cárcel, según un auto del Juzgado de lo Penal número 2 de Avilés. Los motivos de esa suspensión están relacionados con el estado en el que se encontraba el condenado cuando agredió a su víctima –había consumido alcohol y cocaína– y su disposición a someterse a un tratamiento de deshabituación de esas sustancias, como el que ya sigue en el centro de salud mental de Villalegre.

La suspensión de la entrada en prisión de J. D. Z. J., cuyos intereses defiende el letrado José Ramón Nistal, conlleva el cumplimiento de una serie de requisitos para ser efectiva. El primero es que el reo no puede cometer ningún delito durante un plazo de cuatro años, uno más que la pena inicial impuesta. Además, el penado tampoco puede abandonar su tratamiento de desintoxicación en el centro de salud mental. Ante esa cláusula, el juez apunta que las posibles recaídas no se considerarán abandono del tratamiento de deshabituación si no hay evidencias de que ha dejado de seguir las pautas de los profesionales.

Por último, la suspensión de la ejecución de la pena de prisión está condicionada a que J. D. Z. J. asuma el compromiso de satisfacer la responsabilidad civil en el plazo prudencial que se le fije, con apercibimiento de la revocación de la suspensión y el consiguiente cumplimiento de la pena de prisión en caso de que el penado no cumpla con esos pagos, salvo que careciera de capacidad económica para hacer frente a ellos.