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Azsa, que ya pagó la multa impuesta, da por cerrado el episodio del mercurio

La compañía asegura haber abonado ya los 380.000 euros con que fue sancionada tras haber recurrido la decisión de Industria ante el TSJA

El Boletín Oficial del Principado de Asturias ha elevado a firma, con su publicación ayer, la sanción impuesta a la empresa Asturiana de Zinc, S. A. (Azsa) por una infracción muy grave en materia de prevención de riesgos laborales; en concreto, la intoxicación con mercurio de la que fueron víctima 50 trabajadores de la subcontrata Imsa encargados de cambiar más de 3.400 tubos en un equipo industrial de la planta de tostación de blenda de Asturiana de Zinc. La multa impuesta finalmente a Azsa fue de 380.000 euros, 120.000 menos de los inicialmente propuestos por el inspector de Trabajo que investigó lo ocurrido. Semejante multa es una de las mayores que se han puesto en Asturias por negligencias en prevención de riesgos laborales.

Asturiana de Zinc, que aseguró ayer por boca de una portavoz haber hecho efectivo ya el pago de la sanción hace tiempo, da por zanjado el episodio. Además de abonar la multa, la compañía castrillonense ha venido sosteniendo en los últimos años que alcanzó acuerdos con los intoxicados para procurarles atención médica especializada, además de haber llevado a cabo mejoras para evitar que se repita una situación como la que causó los hechos denunciados por los trabajadores.

Entre la fecha de extensión del acta de infracción, 27 de junio de 2013, y la fecha de firmeza de la sanción, 22 de julio de 2020, la crisis abierta en Azsa por la intoxicación masiva de 50 trabajadores subcontratados produjo incontables quebraderos de cabeza, tanto a la propia empresa como, especialmente, a los afectados, muchos de los cuales padecen secuelas fruto de su exposición al mercurio, un metal de gran toxicidad.

Azsa llegó a recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias la resolución de la Consejería de Industria que fijaba la sanción en 380.000 euros. La compañía no estaba satisfecha con la decisión y planteó la reclamación aportando todos los informes y la sentencia final del proceso judicial seguido. Azsa pidió que se calificase el accidente como “leve” o subsidiariamente “grave en grado mínimo o medio” en aplicación del principio de proporcionalidad. Ese recurso no prosperó.

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