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Un cuentacuentos virtual en Las Vegas

El área de Infantil del colegio público de la localidad impulsa una actividad para que los niños puedan seguir las lecturas desde casa

Dos niños con el código QR para las lecturas de la biblioteca. LNE

El colegio de Las Vegas cuenta con una biblioteca virtual. Y los beneficiarios son los alumnos de Infantil. Sus seis educadores han desarrollado un proyecto para que los pequeños de 3 a 6 años mantengan su pasión por los libros durante el fin de semana.

Para ello, se han grabado vídeos así mismos narrando esos cuentos y les ofrecen a los pequeños la posibilidad de verlos en casa a través de un código QR o, directamente, con un enlace a la red Youtube. “Teniendo en cuenta esta nueva normalidad, buscamos una solución creativa que no sustituye al libro físico, ni a su olor, ni el pasar de página”, señala Marta Fernández, una de las maestras de Infantil del centro educativo corverano.

La alternativa era seguir usando la biblioteca del centro, sin embargo, con la pandemia como telón de fondo después de cada préstamo, el libro ha de permanecer quince días en cuarentena para que pudiera ser utilizado por otro usuario.

Cada docente eligió cinco títulos como “A qué sabe la luna”, “Orejas de mariposa”, “La enfermedad del lobo” o “El pollo Pepe”. Y se grabó a sí mismo manteniendo incluso hasta la entonación de las lecturas del aula como Laura Calzada, que el tocó narrar “El Pollo Pepe” y utilizó una canción y un pollo amarillo de juguete similar al del protagonista del libro, todo mientras su perro “Pipo” participaba en la escena. “La intención es fomentar el interés por la lectura a través de la narración”, señaló Fernández, que ha visto necesario sacar a la luz este proyecto que incluye a los 85 pequeños futuros lectores de Las Vegas.

Cada viernes, los pequeños se despedirán del cole con un “medallón” colgado, en esa pieza irá adosado un código QR, la portada del libro y el enlace a un vídeo con el cuento en cuestión. Los profesores quieren implicar a las familias en este proceso y, por eso, también les proponen realizar actividades vinculadas con cada cuento como dibujos y manualidades, entre otras. Tras el fin de semana, los pequeños estudiantes regresarán al colegio con ese “medallón”, que será desinfectado en alcohol hasta el viernes siguiente, cuando de nuevo, toque cambiar de cuento para los pequeños.

“Como pensamos en el libro físico, pensamos en esos niños que quizá puedan descubrir su cuento favorito en ese listado y animamos a las familias a su compra o recurrir al servicio de préstamo de una biblioteca para poder verlo y tocarlo”, indicó Fernández, quien considera que la propuesta de Infantil de la biblioteca digital ha tenido en cuenta la brecha digital: “Quizá haya familias que no puedan acceder a un código QR, pero en todas las casas hay un móvil para poder ver los vídeos de cuentos”.

Completan el equipo de docentes en esta iniciativa Laura Calzada, Berto García, María Alonso, Patricia Asenjo y Alba García.

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