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Gran parte del centro urbano de Avilés será peatonal en 2022

Las directrices de la empresa del Plan de Movilidad marcan los planes del parque del Muelle y del entorno de La Merced

La calle Emile Robin, en obras, y la plaza de Pedro Menéndez (al fondo). | M. V.

El centro de Avilés lucirá una imagen completamente nueva en 2022. La ciudad avanza hacia la peatonalización del centro urbano, con el parque del Muelle y su entorno y la plaza de La Merced como baluartes. Los cambios que se han ido introduciendo según ha ido avanzando la obra en el parque sabuguero responden, en gran medida, a las aportaciones que está realizando la empresa encargada de redactar el Plan de Movilidad, un proyecto que acumula varios años de retraso y que el gobierno local pretende presentar al fin antes de que acabe este 2020. Por varias calles céntricas solo podrán circular residentes y el transporte público, alejando el tráfico del centro y dejando la almendra central de Avilés para el protagonismo del peatón, un espacio delimitado por el entorno del parque del Muelle, Pruneda, avenida de la Constitución, Fernando Morán y avenida Cervantes.

Avilés ya tiene peatonalizados sus dos cascos históricos, el de la villa y el de Sabugo, que quedarán conectados una vez se complete la reurbanización del parque del Muelle en 2022. Amplias aceras bordean ya el parque, borrando las 118 plazas de aparcamiento. No harán falta porque el tráfico será el mínimo indispensable en la zona en un horizonte próximo. El giro a Emile Robin desde la El Muelle ya es historia, y por esta última calle solo podrán circular los residentes, los autobuses y los taxistas. Lo mismo ocurrirá en la calle La Muralla y en el tramo de Doctor Graíño que discurre junto al centro comercial El Atrio. Quienes circulen por Balsera no tendrán opción de continuar hacia el parque del Muelle, tendrán que girar obligatoriamente a la izquierda para bordear el de Las Meanas.

Contra el cierre al tráfico general en la calle Emile Robin se ha revelado el PP, donde ven “una locura” impedir que los coches lleguen al entorno de Las Meanas dejando “solo dos vías disponibles: Pruneda y Cervantes”. Pero ese es precisamente el objetivo que viene defendiendo el gobierno local, priorizar la movilidad sostenible en esa almendra urbana. La oposición en bloque viene urgiendo la presentación del Plan de Movilidad, máxime por los movimientos que se han ido acelerando por la pandemia en favor de peatones y terrazas.

Los municipios con más de 50.000 habitantes tienen que establecer una zona de bajas emisiones al estilo de “Madrid Central”

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En los próximos dos años, no solo cambiará el entorno del parque del Muelle, sino también el de la plaza de La Merced. La ya anunciada peatonalización de Marcos del Torniello y González Abarca (en el tramo que linda con la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery) comenzará el próximo año. El presupuesto en vigor ya contemplaba una partida de 150.000 euros para extender el área peatonal de Sabugo, una actuación que según los cálculos municipales supondrá un desembolso de unos 430.000 euros.

Zona de bajas emisiones

Este proyecto aún no se ha presentado pero como ya trascendió, esa peatonalización abarca la calle Marcos del Torniello desde el “martillo” de Sabugo hasta la plaza de La Merced y el primer tramo de González Abarca, una superficie de 2.893 metros cuadrados de los que 1.504 son ahora calzada. El plan inicial, a expensas del proyecto definitivo, pasa por una obra en dos fases. Con la primera se busca dejar ya sin tráfico el tramo de Marcos del Torniello que discurre desde el edificio que ocupó en su día el cine Almirante hasta el inicio de González Abarca mediante la instalación de bolardos. Ya en una segunda fase, se remataría la peatonalización del siguiente tramo de Marcos del Torniello y de la trasera de la iglesia de Santo Tomás, creando una especie de bulevar.

Ambas obras, la del parque del Muelle y la de Marcos del Torniello, se desarrollarán de forma paralela con miras a que en 2022 estén rematadas. La imagen de la ciudad será totalmente nueva y Avilés verá ampliada la superficie libre de coches, uno de los retos para cumplir con la normativa europea y con la Ley de Cambio Climático que ha entrado recientemente en el Congreso de los Diputados. Los municipios con más de 50.000 habitantes tienen que establecer una zona de bajas emisiones al estilo de “Madrid Central”.

Priorizar los desplazamientos a pie, en bici y en bus por el centro es un objetivo de más largo recorrido. Será el Plan de Movilidad el documento que marque el horizonte para la próxima década. De lo que no cabe duda es de que los espacios libres de coches seguirán en aumento. El objetivo, reconocen desde el gobierno socialista, es “conseguir la vocación peatonal del centro en un horizonte de futuro”.

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