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Un olmo del Muelle, único en vencer la enfermedad que arrasó la especie en Europa

Pese a no contar con arbolado exótico, el área presenta interés por las características de tilos, álamos y chopos, “grandes, altos y añejos”

La escultura de Pedro Menéndez, en el parque del Muelle, bajo uno de los árboles más longevos.

El parque del Muelle, con un estilo entre romántico y clásico, con influencias francesas e industriales, atesora en su masa arbórea un hito desconocido entre los avilesinos. Esa singularidad se esconde en un olmo –“Ulmus minor”, de nombre científico–, ubicado al norte del parque, junto a la escultura de Pedro Menéndez, y es el único ejemplar de gran tamaño superviviente de una enfermedad que casi ha arrasado la especie en Europa.

En mayo pasado otro imponente árbol de la misma especie que se alzaba en el borde del parque y cuyas ramas daban sombra a la calle Emile Robin fue talado por el impacto de una enfermedad que se extiende por todo el continente, la grafiosis. Esta afección del olmo es un mal de origen fúngico que ha erradicado la especie de grandes zonas y acabado con numerosos ejemplares históricos y relevantes en España, como el negrillo del Reconquista de Oviedo y es probable que también el Arbolón de Avilés, el majestuoso ejemplar que dio nombre al barrio a caballo entre Versalles y la calle del Muelle, como publicó este diario hace escasas fechas.

Según la ficha que figura en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias que recoge una selección de 16 jardines históricos de Asturias, el parque del Muelle de Avilés no presenta un arbolado exótico de interés, pero sí grandes, y añejos ejemplares. Lo mismo que la rosaleda, más clásica, que luce en el flanco sur, en el lado de la calle La Muralla. El servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Avilés tiene catalogados un total de 150 elementos arbóreos en este ámbito.

En el curso de la reforma vigente el Ayuntamiento espera la incorporación de nuevos ejemplares aunque la decisión final está pendiente de lo que así marquen desde la Consejería de Cultura. Es seguro, confirman fuentes municipales, que se llevará a cabo en reposición de algún otro ejemplar retirado por su mal estado. En el censo que maneja el servicio de Parques y Jardines suman 150 en total. Del plátano de sombra (“Platanus acerifolia”, de nombre científico, se han detectado dos árboles dañados, otros dos están pendientes de revisión y otros tantos presentan una inclinación poco recomendable. Con oquedades hay arces y tilos, pero en menor medida y problemas de inclinación también presenta uno de los abedules. En estado regular, a decir de los técnicos, se encuentra un ejemplar de “Sophora japonica”, la sófora de nombre común, ​un árbol leguminoso, oriundo del este de Asia con unas características hojas blancas. Podredumbres y oquedades son visibles igualmente en ejemplar de catalpa, un árbol cuya copa, en perfectas condiciones, dibuja la perfecta sombrilla.

Intervención

La reforma del parque del Muelle exime de cualquier cambio en los elementos escultóricos, la zona de paseo y las condiciones paisajísticas creadas en este entorno con el paso del tiempo.

Interés

Coinciden botánicos y expertos en patrimonio que, si bien el parque del Muelle no presenta muchas especies exóticas sí resultan de interés por “grandes, altos y añejos”, tilos, álamos y chopos.

Singularidad

Uno de los olmos del parque del Muelle se ha convertido en una excepción por tratarse del único ejemplar que ha sobrevivido en Europa a una rara enerfmedad que ha fulminado la especie

Más curiosidades de este céntrico pulmón verde avilesino. La retirada de individuos, para quienes pudieran pensar que se encuentra en un estado de ancianidad, se ha hecho siempre –y se hará en un futuro, precisan las mismas fuentes– por motivos de gestión del riesgo actual y futuro. “Se deberán en todo caso, o bien a un mal estado cuyo riesgo de causar daños se encuentra en un grado de probabilidad inaceptable, o bien por la afección inasumible sobre las zonas de protección de raíces”, señalan sobre la posible visita del leñador en aquellos ejemplares difíciles de salvar ya en plena reforma del parque.

Desde la perspectiva de su catalogación como jardín histórico, los responsables del servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento destacan como “relevantes” los tilos y los chopos aunque, desde el punto de vista botánico o de conservación, no son especies muy relevantes. Hay ejemplares que podrían considerarse auténticas excentricidades en estas latitudes, como la “Chamaecyparis lawsoniana”, el falso ciprés de Lawson, camecíparis de Lawson o “cedro” de Oregón o de Puerto Oxford, que es un ciprés que presenta un buen estado de conservación dentro de la masa arbórea del parque del Muelle. De interés, no por su exotismo, pero sí por sus dimensiones citan los especialistas en conservación de parques y jardines los chopos, álamos y tilos del parque, que son, a su modo, ejemplares destacados por “grandes, altos y añejos”, argumentan desde el servicio regional de Patrimonio.

Cualquier actuación vinculada a las obras en marcha en el parque del Muelle debe tener en cuenta además de la conservación de los elementos escultóricos y la zona de paseo, así como las condiciones paisajísticas que han ido creando, con el paso del tiempo, en este gran pulmón verde a la orilla de la ría que fue erigido, a finales del siglo XIX, sobre las antiguas marismas de la villa, en el denominado campo del Faraón.

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