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Una rareza marina llegada de Hawái

Un arrastrero captura en la costa asturiana un pez luna real, propio de aguas tropicales, y una pescadería avilesina lo compra para exhibirlo

El pez luna real expuesto en la pescadería Casapesca de Avilés ayer. | Mara Villamuza

El pez luna real (Lampris guttatus) tiene su hábitat natural en aguas cálidas como las de Hawái, en pleno océano Pacífico pero un ejemplar de esa exótica especie, de unos siete kilos, llegó al puerto pesquero de Avilés el pasado jueves a bordo del arrastrero “José Balayo” y fue adquirido por la pescadería avilesina Casapesca en 50 euros para exponerlo en el establecimiento en calidad de rareza marina. “Es comestible, pero no lo voy a vender; lo tengo expuesto y luego, si alguien se lo quiere llevar... El pez luna real no se suele encontrar en el Cantábrico, es de aguas mucho más calientes”, señaló el pescadero Samuel Guillén.

El pez luna real es el único pez conocido en el mundo que puede ser considerado de sangre caliente, comparable a los mamíferos o las aves. Se trata de un pez al que le gustan las profundidades y es muy longevo. Puede medir hasta dos metros y pesar más de 200 kilos, aunque el ejemplar que se expone en Avilés es pequeño, de siete kilos.

El pez luna real tiene el cuerpo color azul y rosa con manchas blancas. Las aletas son anaranjadas rojizas y alrededor de los ojos tiene unos deslumbrantes círculos dorados. Se mueve con agilidad y puede recorrer grandes distancias. Es capaz de cazar presas ágiles como los calamares. También es un gran depredador de medusas.

El pescadero avilesino no va a comerciar con el pez luna real, pero en Hawái es una especie muy apreciada, siendo uno de los platos más pedidos en los restaurantes del Estado norteamericano. Se suele presentar como sashimi, pero también se consume asado o ahumado. Tiene una carne algo dura de cortar y fibrosa. De cada ejemplar solo se aprovecha un 35 por ciento para el consumo.

Una de las capturas más recientes de un pez luna real en el Cantábrico se produjo hace poco más de un año en aguas cercanas a La Coruña. Aquel ejemplar subastado en Galicia pesó 58 kilos. Hace tres años, el arrastrero asturiano “Travesáu” capturó en aguas de Peñas otra rareza: un enorme pez luna (Mola mola) de 500 kilos que los marineros devolvieron al mar. La comercialización del pez luna está prohibida en gran parte de Europa.

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