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Las exportaciones de cinc de San Juan de Nieva cayeron más del 41 por ciento

Asturiana de Zinc copa el mercado nacional del metal y en 2018 había mandado fuera de España buena parte de su producción anual

El gran vestuario de Asturiana de Zinc, a punto.

Las exportaciones del cinc metal que produce en la planta de San Juan de Nieva la empresa Asturiana de Zinc (Azsa) han descendido un 41 por ciento en los primeros siete meses del año con respecto al pasado ejercicio. Así lo indica el International Lead and Zinc Study Group (ILZSG), un grupo de trabajo creado por las Naciones Unidas que se encarga de “garantizar la transparencia en los mercados de plomo y cinc en todo el mundo”. Esta caída de las exportaciones tiene una explicación y una consecuencia. La primera es la retirada del mercado de miles de toneladas de cinc en España, dice Reuters, concretamente, en el Puerto de Avilés, donde Azsa cuenta con dos almacenes de 18.000 y 51.000 metros cuadrados respectivamente. La consecuencia es la queja de China, el mayor consumidor de este metal.

Jaime Arias, el director de la planta de San Juan de Nieva –en el “top 3” de las fundidoras de cinc del mundo– explicó este verano, en uno de los seminarios programados por la asociación de los Cursos de La Granda: “Estamos produciendo 532.000 toneladas. No todo lo podemos vender porque parte lo necesitamos en nuestro proceso. Lo que ponemos a la venta son 508.000 toneladas de cinc electrolítico. Este año esperamos llegar a las 510.000 toneladas al año”. Y añadió: “El año pasado, el 80 por ciento de nuestra producción fue a la exportación. Prácticamente todo el cinc que se consume en España lo suministramos nosotros. Más o menos nosotros producimos alrededor del 20 por ciento de todo el consumo europeo”.

Esto es, Azsa controla uno de los mercados metalúrgicos más importantes del momento (en los noventa y a principios de este siglo, hacer cinc no fue el mejor de los negocios) y lo hace porque orbita en torno a Glencore, el gigante anglosuizo de las materias primas.

Y, sin embargo, todo esto difiere de los movimientos que se están dando en las instalaciones de San Juan de Nieva: la construcción de una novísima nave electrolítica (las obras están en el período de cimentación), una inversión de cien millones y la ocupación del antiguo parque de intemperie. Los trabajadores consideran que la fundidora de cinc, entre las tres principales del planeta, está moviéndose para ser aún mayor. La empresa, sin embargo, no confirma esta circunstancia.

“El déficit de 111.100 toneladas es casi la mitad del superávit mundial esperado”, señala Reuters al respecto de la ausencia de cinc en los mercados internacionales, una falta que sufre China de manera extrema. “La combinación de una oferta más baja y una demanda creciente debido al estímulo chino ha creado estrechez y ha elevado las primas de cinc de los depósitos aduaneros en China a un máximo de un año de 105 dólares”, añade la agencia.

La cotización del cinc es una de las responsabilidades de la Bolsa de Metales de Londres (LME en sus siglas inglesas). Esto significa que es un ente externo el que impone el precio mínimo al que se puede vender el metal.

El gran vestuario de Asturiana de Zinc, a punto

La empresa Asturiana de Zinc (Azsa) está a punto de finalizar las obras del edificio del gran vestuario, en la imagen superior. En la nueva instalación está previsto centralizar todos los servicios para los trabajadores de la planta. Se ha levantado en el exterior de la fábrica, en el antiguo aparcamiento de contratas. La dirección no lo ha puesto en uso. El presupuesto de la obra había sido de 1,3 millones de euros. La elección de su ubicación causó fricciones entre trabajadores y empresa: está lejos de los talleres.

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