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Alu Ibérica busca estrechar lazos con los investigadores de la Universidad

La Escuela de Minas se postula para acoger la cátedra de estudios de aluminio verde | Ignacio Villaverde, candidato a rector, visitó la fábrica de San Balandrán

Instalaciones de Alu Ibérica, en San Balandrán. | Ricardo Solís

Los dueños de Alu Ibérica desde hace seis meses, la entidad comercial Grupo Industrial Riesgo, pretenden establecer lazos formales con la Universidad de Oviedo. Según ha podido saber este diario, la empresa que dirige David Domenech ha revelado su interés por vincular la investigación en torno al aluminio verde en Asturias de la propia compañía aluminera con una cátedra universitaria o un doctorado.

Grupo Riesgo aspira a medio plazo a producir aluminio verde en sus instalaciones de Avilés y de La Coruña. En un folleto que está buzoneando estos días en el concejo Domenech declara su intención de “crear un polo de producción de aluminio verde circular”. De hecho, busca que este sea “el más importante del sur de Europa”. Esta ambición la mantiene desde el pasado mes de abril, cuando el ejecutivo argentino se puso en contacto por primera vez con representantes de las administraciones locales y regionales de su entorno.

Entre que se materializa y no este deseo, los trabajadores continúan denunciando –la última vez, este viernes, ante el palacio de Presidencia, en Oviedo– la cadena de incumplimientos de convenio de la empresa con la plantilla (hay dos querellas y una denuncia pendientes de ser admitidas por el Poder Judicial). Mientras las críticas arrecian dentro, los responsables de Riesgo han comenzado a mover ficha para explorar vías de convenio y colaboración con la Universidad de Oviedo. El primer paso fue la visita hace unos días del candidato a rector y catedrático de Derecho Constitucional, Ignacio Villaverde, que recorrió las instalaciones de Alu Ibérica en Avilés en compañía de varios responsables de la empresa, un paseo de “varias horas” que sorprendió a los trabajadores que lo vieron en San Balandrán.

En el Vicerrectorado de Acción Transversal no consta de manera oficial la petición de formalizar alguna colaboración con la empresa, pero “la disposición es toda”, aclaran. “Interés siempre hay”, aseguró a este diario un portavoz de la institución académica. La empresa aluminera no negó que se hubiera establecido contacto entre la compañía y la Universidad.

Las cátedras Universidad-empresa funcionan de la siguiente manera: la entidad privada realiza el desembolso económico –“las hay con poca asignación”, aseguran varias fuentes– y, a partir de ahí, se inicia la colaboración en proyectos más concretos. Lo que le toca a la Universidad es poner los medios y el personal investigador para llevar adelante los proyectos con la empresa. Sucede también que la colaboración entre la empresa y el centro superior puede establecerse a partir de una propuesta de un investigador a la propia Universidad. En ese caso, se estudiaría el marco legal de las relaciones entre una y otra instituciones y se elevaría a entidades superiores para su aprobación por parte del equipo rectoral.

Grupo Riesgo asegura que a corto plazo aspira a producir aluminio reciclado

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En la Escuela de Ingeniería de Minas, Energía y Materiales de Oviedo existe interés en albergar cualquier iniciativa vinculada al aluminio verde. Si Alu Ibérica funde chatarra de aluminio, subrayan en el centro, “nosotros trabajamos con hornos de alta temperatura” –algunos de hasta dos mil grados centígrados–. Eso les ha llevado a pensar que, por proximidad en las áreas de trabajo, Minas sería el centro “más adecuado” para albergar un proyecto de estas características, bien sea vía cátedra universitaria –la Escuela de Oviedo ya está ligada a la cátedra Hunosa y trabaja con empeño en implantar un grado de Energías Renovables– o a través de un doctorado específico. Facilidades y disposición para ello existen, según ha podido saber este diario.

Es conocido también que en los tiempos de Inespal (antes del desembarco de Alcoa en Avilés a mediados de la década de los noventa) muchos de los ingenieros de minas que salían de la Escuela de Oviedo completaban su período de prácticas allí –o acababan trabajando– en la planta de San Balandrán. “En los últimos tiempos –antes de la venta de Alcoa– se intentaron nuevas colaboraciones, aunque de pequeña envergadura”, subrayan quienes participaron de aquellas negociaciones entre empresa y Universidad.

Pese a los vaivenes en el negocio del aluminio, profesores del centro universitario de la ovetense calle Independencia como José Sancho –primer director del departamento de Ciencias de los Materiales e Ingeniería Metalúrgica de la Universidad de Oviedo– son expertos conocedores de la metalurgia del aluminio y cuentan, además, con una asignatura específica en el tercer curso del grado sobre Tecnología Siderometarlúrgica.

De materializarse el acuerdo, la Universidad de Oviedo sería la primera institución pública en reconocer a una compañía que llegó por sorpresa y en plena pandemia (este mes de abril) a la planta aluminera avilesina. Ni el Principado, ni el Ministerio de Industria consideran que el proyecto industrial de Domenech es “fiable”. Sucede lo mismo con los comités de empresa (tanto de Avilés y La Coruña): los trabajadores sólo ven a una dirección que suspende el pago de las nóminas (lo ha hecho dos veces en este medio año) y también el pago de proveedores. Además, y pese a que hay un acuerdo de rearranque de las cubas electrolíticas si hay un precio adecuado de la energía eléctrica (está por debajo de 40 euros el megavatio hora desde este verano), la plantilla que su futuro es cada vez más corto. Domenech, sin embargo, apuesta por el aluminio verde y lo hace apoyándose “en la profesionalidad de la mayoría de los empleados”.

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