La obra de la depuradora de Maqua saldrá a licitación en cuestión de días en 39,5 millones de euros. Lo ha anunciado el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, tras la reunión que ha mantenido con el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático del Principado, Juan Cofiño.

Según ha señalado Morán, la "previsión es aprobar el proyecto y poner en marcha el proceso de licitación en Consejo de Ministros la próxima semana". La reforma que requiere Maqua es más bien una reconstrucción. Costará el doble de lo que costó levantarla. En la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) confiaban en el verano de 2018 en que en 2021 finalizase la obra. Parece que finalmente será el año del comienzo de la actuación.

El anteproyecto esquivó en el verano de 2019 el trámite ambiental y ya tenía a principios de este año el visto bueno técnico. "Como este año nos encontramos con obras ya en marcha y que en su conjunto ya suponen un 50% del presupuesto previsto, ahora no se puede tramitar ninguna licitación de un nuevo proyecto que, como en este caso, por su importe, supondría superar ese 50% previsto. Hay que esperar a tener unos nuevos presupuestos para poder incluir esta y otras actuaciones", explicaron a este periódico el pasado marzo desde el Ministerio para la Transición Ecológica.

Que en el proyecto de presupuestos generales de Estado de 2021 no figurase partida alguna para la depuradora de Maqua hizo saltar las alarmas y despertó de nuevo las críticas de los grupos de la oposición del Ayuntamiento de Avilés. Desde el mismo departamento aseguraron a este periódico que la obra se licitaría antes de que finalizase este 2020, una vez finalizase la fase previa a la licitación.

El sistema de depuración de Maqua se diseñó para dar respuesta a las condiciones que se imponían entonces para las zonas catalogadas como "menos sensibles", como era considerado el Cantábrico. Pero mientras estaban las obras en ejecución, en 2000, las aguas de este mar pasaron a tener la consideración de "zona normal", con unos criterios de calidad mucho más rigurosos. Con su puesta en funcionamiento se evidenciaron además importantes deficiencias, como una alta intrusión de agua salina procedente del sistema de saneamiento de Avilés y Gozón, que dificulta los procesos biológicos. La depuradora presenta un avanzado estado de deterioro, principalmente por la corrosión, y el Principado se ha visto obligado a acometer en estos años varias obras.