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Conceden a un chófer sordo la incapacidad que le había denegado la Seguridad Social

El conductor profesional avilesino, de 55 años y que transportaba combustible, aliviado: “Ponía en peligro mi vida y la de los demás”

Un camión tráiler toma la rotonda en el acceso desde el polígono de Meres (Siero). S. ARIAS

La titular del Juzgado de lo Social nº 4 de Oviedo acaba de reconocer una incapacidad permanente total a un conductor profesional avilesino que padece sordera total de un oído y parcial del otro. Dicho reconocimiento le permitirá acceder a una renta vitalicia del 55% de su base reguladora por no poder ejercer su profesión habitual. La sentencia reconoce la incompatibilidad entre las afectaciones de salud del conductor y el correcto desempeño de su profesión, que consistía en conducir un trailer cargado de mercancías peligrosas –combustible– a jornada completa, en territorio asturiano.

El chófer tuvo que recurrir a la justicia tras 4 años de desacuerdos con el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Éste no reconocía las limitaciones que sus problemas auditivos ocasionaban en su trabajo, por lo que la situación derivó en una sucesión de bajas por incapacidad temporal hasta llegar al desempleo, momento en el que decidió recurrir a la Justicia y poner su caso en manos de un despacho jurídico.

El conductor denunció la incongruencia de su situación, especialmente después de que un Centro Oficial de Reconocimiento de Conductores emitiera un informe de aptitud psicofísica que le designaba “no apto” para los permisos C1, EC1, C, EC, D1, ED1, D y ED, necesarios para el ejercicio de su profesión. Tras este informe, la Jefatura Provincial de Tráfico había iniciado un expediente de declaración de pérdida de vigencia de los permisos de conducción y de la autorización especial para conducir vehículos peligrosos.

Antecedentes

  • Trabajo. El chófer demandante, con 25 años de experiencia profesional, conducía por carreteras asturianas un camión tipo tráiler cargado de mercancías peligrosas, en concreto combustible.
  • Incapacidad. El chófer, de 55 años, manifestó una sordera del 100 por ciento en un oído y parcial en el otro.
  • Controversia. La Seguridad Social no veía circunstancias que impidiesen al conductor realizar su trabajo, por lo que le negó la incapacidad permanente. La Justicia ha rectificado esa decisión.

Con 55 años recién cumplidos, casado y padre de dos hijos, el conductor, que llevaba cerca de 25 años ejerciendo su profesión para la misma compañía, se siente satisfecho porque se haya hecho justicia con su caso y aliviado ante una situación que, según declara, “ponía en peligro mi vida y la del resto de conductores y viandantes”.

Una postura en la que insisten sus abogados, que no se explican “cómo se puede permitir una situación como ésta en tiempos en que la seguridad vial es tan importante, recién aprobado el anteproyecto de ley que pretende rebajar un 50% los fallecidos y heridos graves en las carreteras en la próxima década; es todo una contradicción”, en palabras de Maite M. Villa, directora general del despacho Velázquez y Villa que se ha ocupado de su defensa en este proceso.

La jueza ovetense ha reconocido, pues, la incapacidad permanente total del conductor de un tráiler de mercancías peligrosas al considerar que la sordera que padece es incompatible con su profesión, especialmente por el riesgo que entraña para la seguridad vial, lo que le permitirá acceder a una renta vitalicia del 55% de su base reguladora.

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