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Idesa vuelve a superarse con la fabricación y embarque de una pieza de mil toneladas

Uno de los mayores barcos de carga pesada del mundo trasladará a Bélgica el ingenio metálico

La pieza, antes de su carga, en el muelle de Valliniello.

Durante los últimos días se ha llevado a cabo en el puerto de Avilés una operación de carga tan especial como espectacular, lo que explica la presencia en el muelle de Valliniello (margen derecha de la ría) de uno de los mayores buques de carga pesada del mundo. Los objetos cargados fueron dos gigantescas piezas fabricadas por Idesa en sus instalaciones del parque empresarial “Principado de Asturias”, en concreto dos columnas de destilación de grandes dimensiones, alcanzando la mayor de ellas un peso cercano a las 1.000 toneladas. El destino de la carga es una planta petroquímica de Bélgica.

En cuanto a la operación de transporte, la empresa especializada Erhardt Proyectos fue la encargada de diseñar y coordinar toda la logística e ingeniería necesaria para dicho transporte singular. Las piezas fueron transportadas por Idesa hace unos días al muelle de Valliniello, para lo que se emplearon vehículos terrestres especiales. De la recepción de la carga se ocupó la empresa de actividades portuarias Marítima del Principado, siendo posteriormente cargadas a bordo del buque “MV Frauke” (160 metros de eslora y 7,3 de calado), armado con grúas capaces de izar hasta 1.400 toneladas. A su llegada a Bélgica, debido a las características de la ubicación de la obra, las piezas deberán ser transferidas a una pontana que será posteriormente remolcada hasta su destino final.

Gracias a Idesa, empresa asturiana líder del sector de la calderería pesada, el Puerto de Avilés estableció hace una década un récord oficioso al embarcar en el buque especializado en mercancías voluminosas «Jumbo Havelin» una columna de destilación de 780 toneladas (50 metros de largo por 15 de ancho) que aquel año se convirtió en la mayor pieza nunca exportada desde Avilés. El destino de semejante alarde de ingeniería había sido el puerto canadiense de Montreal, desde donde la pieza se llevó por carretera hasta una refinería de Estados Unidos para su ensamblaje definitivo.

Con sus proyectos, Idesa rompe una frontera tras otra ya que si en 2009 nunca había atendido un pedido tan exigente en materia de tamaño, ahora en 2020 ha vuelto a superarse con una pieza de casi 1.000 toneladas. No obstante, desde la empresa aseguran estar en condiciones de asumir la ejecución de proyectos aún más complejos.

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