Las mareas de los últimos días, marcados por la sucesión de dos fuertes temporales, “Dora” y “Ernest”, han acumulado montañas de arena en varios tramos de la playa de Salinas, sobremanera en El Espartal, San Juan y en la base del campo de dunas que discurre entre ambas zonas. No tiene la misma suerte el extremo occidental de la playa, la parte más próxima al Museo de Anclas, donde como es costumbre la erosión del manto arenoso deja muchas rocas a la vista y la zapata del muro es perfectamente visible.
La zona más mejorada por la gran cantidad de árido que ha depositado el mar es la cercana al Espartal, precisamente la que padeció más problemas hace una década obligando a la demarcación territorial de Costas a construir una escollera de 400 metros de longitud para el refuerzo del muro del paseo marítimo. Los paseantes que ayer eligieron la playa de Salinas para estirar las piernas comprobaron in situ el fenómeno: cordones de arena extendidos bajo la fachada de dunas, decenas de metros de pasarelas de madera enterradas y algunas de las rampas de acceso a la playa, con un tercio de su longitud cubierto por el árido.
El comportamiento ordinario del ciclo erosivo de la playa de Salinas en estas fechas otoñales, casi invernales ya, debiera hacerle perder arena en vez de ganarla, según han puesto de manifiesto en varias ocasiones los expertos en dinámica litoral. En consecuencia, los usuarios del arenal consideran una buena noticia y un buen augurio para la próxima temporada estival que la arena abunde en pleno mes de diciembre en vez de escasear como otros años. No obstante, habrán de venir otros temporales y las tornas todavía podrían cambiar. Además de la acción de las mareas, las dunas se mueven empujadas por el viento. En el litoral de Salinas los vientos predominantes son del este, sobre todo en primavera y verano, y del oeste –conocido popularmente como «el gallego»– en otoño e invierno.
Salinas tiene tirón, aunque sea diciembre
El carácter dominical de la jornada, las ganas generalizadas de salir de casa y el encanto de dar un paseo por la playa propiciaron ayer la imagen que se puede ver sobre estas líneas: decenas de personas eligieron la playa de Salinas para caminar y acercarse al mar en busca de relax. La misma estampa pudo verse en el paseo marítimo de la localidad. Pese a que semejante gentío suscitó algunas críticas, predominó la responsabilidad sanitaria: los paseantes portaron mascarillas y trataron de guardar la distancia recomendada para evitar contagios.
