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España acude al debate de los cupos de pesca con la idea de evitar los recortes planteados

La flota asturiana se verá perjudicada si prospera la propuesta inicial de la Comisión de penalizar especies como la merluza, el pixín y el gallo

Barcos de pesca amarrados en el puerto de Avilés. RICARDO SOLÍS

España peleará durante el Consejo de Ministros de Pesca de la UE que comenzó ayer y concluirá probablemente después de la medianoche de hoy –así suele ocurrir todos los años– por eliminar los recortes planteados para la merluza, la cigala y el lenguado en aguas del sur, según explicó el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

En la reunión ministerial se negociarán los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas en el Atlántico y el Mar del Norte para 2021, así como en aguas profundas (2021-2022) y el plan de recuperación de la pesca en el mar Mediterráneo. La cita se produce en plena negociación sobre la futura relación con el Reino Unido tras el “Brexit”, con la pesca como uno de los escollos que impide avances en la misma. Más de un centenar de poblaciones pesqueras de gestión compartida entre las flota europea y británica quedarán fuera de la negociación de este Consejo, a la espera de lo que ocurra tras el “Brexit”. Si no hubiera acuerdo, Bruselas propondrá mantener las posibilidades de pesca para esas cien pesquerías durante un periodo de transición de tres meses que España preferiría se extendiera durante seis meses.

Planas ve “totalmente injustificado” el recorte propuesto de merluza sur (la que capturan la flota asturiana). El ministro considera que la bajada de un 12,8% planteada por Bruselas para la merluza en el Cantábrico, el noroeste y el Golfo de Cádiz, una actividad a la que se dedican total o parcialmente unos 1.200 barcos españoles, está “absolutamente injustificada”, dijo en declaraciones a la prensa antes del inicio de la reunión.

Esa reducción, explicó Planas, se basa en “una diferencia de criterio en la evaluación científica” y España cree que eso no puede llevar a concluir que no hay datos sobre el estado de esa pesquería y en consecuencia decidir un recorte de esa magnitud, que además se sumaría a otros aprobados en años pasados.

Por otra parte, sobre el lenguado sur, para el que Bruselas pide un recorte del 20%, España pedirá el mantenimiento de las cuotas actuales. En cuanto a la cigala del Cantábrico, el ministro admitió que “el tema es más complejo” y confió en que a lo largo de esta legislatura se pueda reabrir la pesquería (ahora cerrada de forma cautelar).

Por otra parte, Planas dijo que en la negociación de las cuotas de aguas profundas para 2021-2022, el objetivo fundamental es que se permita la pesca de besugo en lugar del TAC cero propuesto, que España cree “no está justificado” después de los “esfuerzos significativos” para mejorar la situación de la especie.

El rape (llamado pixín en Asturias) –una especie a la que ayer no aludió el ministro– también sería objeto, a priori, de un recorte del 12,7 por ciento y fijándose el tope de captura en 3.672 toneladas. El cupo de gallo de las aguas cantábricas, así mismo, podría sufrir un tijeretazo del 10,8 por ciento, hasta las 2.158 toneladas.

El comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevius, ha señalado que “la propuesta del Consejo muestra nuestro compromiso de preservar la biodiversidad en el mar, que es la base para que prosperen nuestras comunidades costeras.

La rula crece en desembarcos, pero mantiene la facturación por la caída de precios

La rula de Avilés roza el sobresaliente en cuanto a descargas, con 116.140 kilos más de pescado fresco desembarcados el pasado noviembre que en el mismo mes de 2019. El “pero” está en la facturación: si bien las descargas anticipan un final de año de récord medido en kilos, el total recaudado es similar al del año pasado por estas fechas. La explicación está en la caída de los precios del pescado como consecuencia, principalmente, del cierre del canal Horeca (Hoteles, Restaurantes y Cafeterías) tanto en primavera como en las últimas semanas, en la segunda ola de la pandemia por el nuevo coronavirus. Un ejemplo son las cifras capturadas y los precios de determinadas especies de importante valor comercial: el año pasado en noviembre se subastaron en la rula avilesina 5.398 kilos de pixín (rape). El precio medio entonces de este pescado fue de 8,93 euros. El mes pasado se desembarcaron casi mil kilos más, y el precio fue también sensiblemente inferior, se vendió, de media, a 6,53 euros el kilo. El kilo de mero también pasó de subastarse el año pasado a casi treinta euros el kilo a 21 el pasado noviembre. De entre todas las especies, la bacaladilla es la que se mantuvo en cuanto a capturas y precio, a 1,61 euros el kilo, según los últimos datos de la Dirección general de Pesca del Principado de Asturias.

Lo que hay en juego

13 de 23

Fijación de topes. El planteamiento de la institución comunitaria es fijar 23 pesquerías sujetas a cupo y recomienda aplicar recortes a 13 de esas poblaciones.

7.825

Toneladas de merluza. La propuesta inicial de recorte del cupo de merluza sur (la que pesca la flota asturiana de bajura) es del 12,8% respecto a la cuota adoptada en 2020.

1.500

Millones de euros. Los resultados preliminares, según la CE, “muestran que el sector sigue siendo rentable y se espera que los beneficios brutos de 2020 alcancen los 1.500 millones”. 

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