España no siempre ha sido rojigualda. Roja sí, desde al menos la época de Felipe II. Y carmesí, Castilla. “Que dijeran que era morado es un error histórico: el color morado había sido carmesí primero, al gastarse terminó morado”, descubrió el teniente reservista Antonio Velasco, que fue quien esta mañana ha servido como guía de la exposición “Banderas históricas de España” en la Escuela de Artes y Oficios. Desde hoy y hasta fin de año.
La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, y el secretario de la Delegación de Defensa en Asturias, el teniente coronel Hevia, fueron los que se encargaron de abrir una muestra que mezcla historia militar y social. “Las banderas nacieron de la necesidad de que un grupo humano se distinguiera de otro en el campo de batalla. La distinción pasó a convertirse en un elemento de orgullo”, destacó el representante del Estado. La regidora relacionó las banderas “con el nacimiento de los estados modernos” y en este sentido felicitó al Ministerio de Defensa por la idea de hacer un recorrido histórico por las enseñas españolas desde el siglo XV al momento presente.
El recorrido que llevó a cabo el teniente reservista Velasco fue inmóvil como consecuencia del covid. “No se preocupen, me muevo yo”, señaló. Y así pasó dando pinceladas del Pendón de los Reyes Católicos cuya réplica abre la muestra. “Cuenta con las armas de Aragón, de Sicilia, de Castilla y de León. No está aún el reino de Granada, pero lo que se trasluce es que los Reyes Católicos tenían una idea general, como los romanos, de Hispania. Todos los demás estados tenían también conciencia de pertenecer a esa Hispania”, explicó Velasco.
Después de los Reyes Católicos, el experto explicó las banderas de los Austrias, las enseñas de los Tercios. Comentó, por ejemplo, que cada compañía tenía su propia bandera. “A esa se llaman ‘capitanas’. Sobre ellas están las ‘coronelas’”, comentó Velasco. Las características más señaladas que se han repetido en todas las banderas nacionales son el color rojo y, “durante más de tres siglos el aspa borgoñona o cruz de San Andrés”, apuntó el guía. “De tal modo, que los colores rojo y gualda llevan menos tiempo siendo oficiales que este tipo de cruces que fue marca española hasta Isabel II”, concluyó.
