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La flota de cerco pide el pago de 180.000 euros por el lucro cesante de la pandemia

Los armadores alegan que otras regiones del Cantábrico ya abonaron el dinero destinado a resarcir a los pescadores que pararon en marzo

Una pasada descarga de bocarte en la rula de Avilés. | Ricardo Solís

Los armadores asturianos agrupados en la asociación profesional Cerco Astur solicitan a la dirección general de Pesca del Principado el pago a la mayor brevedad posible de los 180.000 euros que, según la estimación de la entidad, corresponde cobrar a este sector de la flota en concepto de lucro cesante por la paralización de la actividad llevada a cabo entre los meses de marzo y abril, cuando la pandemia de coronavirus se manifestó con toda la crudeza.

El presidente de Cerco Astur, Eduardo Cuevas, insta al director general de Pesca, Kiko González, a “dejar de bogar y ciar con el mismo remo”; o dicho de otro modo, le requiere a “que deje de dar excusas y largas en el tiempo” y ordene el pago del dinero. Según Cuevas, “en primavera se nos dijo que habría ayudas, pero ya acabó el año y ni están ni se las espera”. Los armadores aseguran que hay fondos presupuestados disponibles para hacer frente al pago y apelan a la voluntad “de quien tenga que dar la orden”.

Para mayor malestar del sector asturiano de cerco, ha trascendido que en otras comunidades del Cantábrico los pescadores de este arte sí que han cobrado las ayudas en cuestión, lo que lleva a Eduardo Cuevas a reclamar “trato igualitario para los asturianos; no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos”.

La compensación del lucro cesante es una forma de resarcir el daño patrimonial causado, en este caso a los pescadores de cerco, por la pérdida de una ganancia legítima como consecuencia de una circunstancia sobrevenida, que en el caso es cuestión fue la epidemia de covid-19 y la decisión de paralizar la flota de cerco para evitar contagios en los barcos, donde va de media una docena de personas.

Cuando el pago se haga efectivo, los respectivos armadores repartirán ese dinero que compensa la ausencia de ingresos en marzo y abril con los mismo criterios que se aplican a los ingresos de pesca: primero se descuenta la parte correspondiente a los gastos fijos de la embarcación y luego la diferencia se reparte entre el armador y los marineros. “Estos días estamos en plena parada de invierno, con las tripulaciones reguladas. Ese dinero que se nos debe vendría muy bien para repartirlo cuanto antes porque son semanas de estar bajo mínimos”, manifiesta el presidente del colectivo cerquero asturiano.

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