El Domingo de Ramos se celebrará el 28 de marzo, pero todo apunta a que el paso de la Borriquilla quedará por segundo año consecutivo en la iglesia que es su casa: la de San Antonio de Padua. Y como la Borriquilla, que tradicionalmente se abre paso entre multitudes, el resto de imágenes quedarán en los templos. “No se organizarán procesiones con público en cumplimiento de las medidas sanitarias para hacer frente al covid”, avanzó Carlos Alberto Fernández Mora, presidente de la Junta de Cofradías de Semana Santa. Las cofradías sopesan, no obstante, mostrar los pasos procesionales en las iglesias a modo de museo para que los fieles, con las pertinentes medidas higiénicas y de distancia social, puedan celebrar de una forma más íntima su fe, devoción y recogimiento.
“Vamos a intentar también que se celebren los cultos si Salud y las parroquias lo permiten”, afirmó Fernández Mora, que el año pasado e igualmente por el covid-19 se vio en la tesitura de tener que suspender todas las actividades externas con motivo de la Semana Santa: procesiones, traslados de imágenes, sermones y tamborrada. En Avilés, considerada la ciudad medieval de Asturias, las procesiones de Semana Santa se vienen realizando de forma ininterrumpida desde 1948, recogiendo la tradición de cofradías y procesiones que se organizaban en el concejo desde el siglo XVII. Las procesiones recorren habitualmente el casco histórico de la ciudad, declarado Conjunto Histórico Artístico Monumental en el año 1955.
Las procesiones de Semana Santa están organizadas por ocho cofradías registradas en la ciudad, aglutinando a más de mil cofrades. A lo largo de la semana se realizan diez procesiones con un total de veintitrés pasos, mostrando dieciséis imágenes procesionales. Este año, a falta de procesiones, los pasos se expondrán en los templos.
