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Los guardias civiles critican tener que salir a patrullar con chalecos compartidos

“No solo hay riesgo de contagio de covid, dado que el mismo equipo es usado por varios en distintos turnos, sino de falta de higiene”, recalcan

Agentes de la Guardia Civil en un control en las inmediaciones de Salinas.

Los chalecos antibala utilizados por los agentes de la Guardia Civil vinculados a la Comandancia de Gijón –a la que pertenece la comarca avilesina– han sido dados de baja al estar caducos, con al menos diez años de uso. Como consecuencia, según ha podido saber este diario, se aplicará una redistribución de los existentes nuevos. ¿La pega? Ahora los agentes ya no dispondrán de un equipo de protección personal individual sino que deberán compartir el paquete balístico con otros compañeros, como denuncia la Asociación Profesional de la Guardia Civil (Jucil).

“El recorte es de aproximadamente un tercio: esto quiere decir que para 21 componentes habrá ahora siete equipos”, explicaron conocedores del problema, que también exigen soluciones. La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Unión de Guardias Civiles (Unión GC) también criticaron en los últimos días esta situación, que se puede extrapolar al resto del país y que supone que los agentes deben volver a compartir los paquetes balísticos de los chalecos de protección. Demandan un chaleco por agente.

“A los guardias civiles que teníamos chaleco antibalas de dotación se nos ha ordenado que lo entreguemos para dotar a las unidades de chalecos, lo que conlleva que haya que compartirlo. Con ello no solo hay riesgo de contagio de covid, dado que un chaleco usado en el turno de mañana será usado también por uno de tarde y lo mismo de noche, sino que también supone una falta de higiene porque un chaleco usado por un componente es inmediatamente usado por otro”, manifestaron desde Jucil, que agregaron otro punto en contra de compartir chalecos antibalas: “Si hay varios componentes que usan la misma talla, puede que no haya chalecos para todos, y por ello alguien tenga que llevar uno más grande o más pequeño, o directamente no llevarlo”.

La AUGC explicó días atrás que desde la dirección general del cuerpo se pidió vía “mail” a todas las unidades que los chalecos antibalas adquiridos en el año 2010 debían ser retirados y dados de baja por caducidad. Según dicho correo electrónico, al tener que dar de baja todos los chalecos adquiridos en 2010 (y los anteriores a dicha fecha que puedan encontrarse en las unidades todavía), se hace necesaria una redistribución de los existentes “eliminando la adjudicación individual” que se ha venido haciendo en los últimos meses, “pasando a ser chalecos colectivos para todo el personal”, y se redistribuyen por las unidades los existentes para compensar aquellas unidades que se han quedado sin chalecos o les quedan pocos.

“Ante esta situación hemos de mostrar nuestra queja y rechazo a tal proceder, por la falta de previsión de la Administración. Era de esperar que la caducidad de los chalecos del 2010 se produciría en el año 2020, y sin embargo no se estableció la renovación de los mismos en número suficiente para impedir la falta de chalecos e incrementar los de dotación individual”, manifestaron, y concluyeron desde la asociación profesional: “Por ello y con carácter urgente ya hemos presentado en la oficina del Consejo de la Guardia Civil queja formal por esta situación, en vistas a buscar responsabilidades por esta grave situación. Recordamos que son los compañeros que se encuentran trabajando en la calle quienes asumen el riesgo de no tener un chaleco antibalas individual por culpa de quienes tienen la responsabilidad de esta gestión y parece no importarles”. En Jucil también reivindican chalecos para las mujeres de la Guardia Civil, que suman más de 6.000

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