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Una dulce afición en tiempos de pandemia

El gozoniego Alejandro Saiz abrió en Navidad una pastelería en Luanco tras el éxito de sus tartas entre los amigos

El joven Alejandro Saiz en su pastelería en Luanco. R. Solís

El joven Alejandro Saiz Gutiérrez, ha podido poner en marcha su sueño pese a pandemia. Desde el pasado mes de diciembre regenta una pastelería en Luanco, su localidad natal. “Empecé haciendo tartas para mis amigos y los amigos de mis padres y como les gustaban mucho me decidí a ampliar el horizonte y, en diciembre abrí una pastelería”, manifestó Alejandro Saiz, que con sus 22 años, ha estudiado ciclos de FP de Pastelería en Oviedo, Cocina en la Escuela de Hostelería de Gijón y realizó cursos con el cocinero vasco y estrella “Michelin” Martín Berasategui.

“Abrí la pastelería por casualidad, pero viendo el apoyo que tengo de la gente voy a seguir adelante pese a la pandemia”, señaló el joven. La apertura de la pastelería, en el centro de Luanco y en un local en el que también sirve desayunos o meriendas, coincidió con las pasadas navidades. “Fue increíble el éxito que tuvieron los turrones, polvorones y mazapanes que hice”, destacó.

Saiz llegó a la profesión por convicción. “A mi madre le gusta mucho cocinar y fue ella la que me contagió la querencia por la repostería. La verdad es que lo que más me gusta es hacer repostería”, afirmó. El joven lo demuestra en sus tartas. “Lo que más hago son tartas de muchos tipos pero procuro que sean muy coloridas y en las que suelo utilizar chocolate, almendras, queso...”, enumera.

Con una de sus creaciones se alzó con el premio “Chocoarte”, un certamen organizado en Pola de Siero. “Fue una tarta que diseñé especialmente para el concurso y que sigo haciendo”, indica. En su elaboración utiliza brownie de pistachos, crujiente de Oreo, mousse de chocolate con leche y gelificante de cereza, una dulce oferta.

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