"Largas son las horas, cuando malo es el momento", cantaban los argentinos de "Almafuerte". Y malos son los momentos que está viviendo la familia del Don Floro, consagrado templo de los rockeros en Galiana que ahora cierra sus puertas con el eco lejano de cientos de conciertos, de música en vivo.

"Llevo años luchando, pero este último ha sido terrible", explicaba a través de las redes sociales el gerente, Jorge Menéndez, que se despedía con un: "Todos vais en mi corazón". ¿El futuro? "Soy chigrero y no sé hacer otra cosa así que volveré, no sé dónde ni cuándo ni cómo, pero volveré". Hasta entonces, Jorge Floro, como se conoce a Menéndez, ruega en su "esquela" del establecimiento: "Ruego que bebáis unas cervezas bien frías y unas lágrimas en recuerdo de esos momentos vividos".