La desertización comercial de algunas de las calles de Avilés se agudiza: el próximo día 26 cerrará sus puertas de forma definitiva Benetton, en la calle de La Cámara. La marca de los colores vivos ocupa un amplio local de dos plantas en las inmediaciones de l Parche, ahora en liquidación total. No es el único negocio que echará el cierre en las próximas semanas: en El Carbayedo, Sabugo o Las Meanas varios negocios de diferentes sectores han colgado también carteles anunciando el fin de la actividad a sus clientes.

La razón que esgrimen algunos empresarios es, según ha podido saber este diario, la imposibilidad para hacer frente a los gastos de un negocio con las actuales restricciones dictadas para hacer frente al nuevo coronavirus. Hacen alusión a impuestos, pagos a Hacienda y también al “alquiler elevado” de los bajos a pie de calle. Otros empresarios más veteranos prefieren adelantar la edad de jubilación antes de continuar. ¿La solución para los que siguen? “La situación actual requiere del esfuerzo y cooperación de todos. Todos, propiedad y empresas, saldrían ganando con negociaciones que adecuaran los precios a los momentos de emergencia que estamos pasando”, manifestó días atrás un portavoz de la Unión de Comerciantes.

Pero la crisis del covid ha dejado una nueva realidad en el mercado laboral, que ha convertido el cierre de empresas en el principal temor de los trabajadores, que antes de la pandemia estaban más preocupados por no tener un salario acorde a su experiencia y formación. Concretamente, el 69% de la población activa muestra como principal inquietud el cierre de empresas o negocios a causa del nuevo coronavirus, según el II Barómetro de Infojobs sobre preocupaciones en relación al empleo.