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Los pacientes con Sintrom crecen cada año en el Hospital San Agustín, con 658 nuevos en 2020

El aumento de enfermos con anticoagulantes, que reciben el tratamiento en los centros de salud, está ligado al envejecimiento de la población

Una extracción de sangre de un dedo, similar a la que se realiza para la prueba del Sintrom.

El uso de tratamientos anticoagulantes como el popular Sintrom (acenocumarol) crece en el área sanitaria avilesina a razón de un 10 por ciento al año desde 1990. Solo el año pasado, ya atípico a causa de la pandemia, por el Hospital Universitario San Agustín pasaron 658 nuevos pacientes por la consulta del especialista, una cifra algo inferior a la registrada en 2019 (741), y se mantuvo relativamente estable el número total de visitas sucesivas, con 57.990, lo que hace de media 4.887 al mes. Hace seis años, el número de enfermos “sintromizados” rondaba los cuatro mil en Avilés y a principios de los noventa, apenas un puñado. El aumento de estos tratamientos para evitar la formación de coágulos en la sangre que alteren el flujo sanguíneo, va parejo al envejecimiento de la población, y el área sanitaria está entre las que más peinan canas del país.

Si bien los datos anteriores corresponden al cuadro de mandos del Hospital Universitario San Agustín, son los profesionales de Atención Primaria del área sanitaria avilesina, con unas 155.000 cartillas, los que tienen un papel destacado en el tratamiento con anticoagulantes desde el año 2004. El plan de descentralización del Sintrom impulsado entonces por el jefe del servicio de Hematología, Ángel José González Ordóñez, comenzó en los concejos más alejados del San Agustín: Cudillero, Pravia, Castrillón y Gozón. El reto de los profesionales era evitar el desplazamiento de los pacientes al Hospital de cabecera y liberar la carga asistencial en consultas externas. El consultorio de Sabugo fue en 2014 el último en adherirse al proyecto de descentralización del Sintrom. Desde entonces todos los profesionales de Atención Primaria del área están capacitados para controlar y prevenir la formación de coágulos en los vasos sanguíneos de enfermos que generalmente padecen problemas cardiacos.

El plan de descentralización del Sintrom comenzó en 2004 en los concejos más alejados del San Agustín y finalizó en 2014 en Sabugo

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¿Y cómo es el proceso? El personal de enfermería realiza una sencilla prueba –un pinchazo en un dedo similar al que deben someterse los pacientes diabéticos para el control de la glucosa –y envía los resultados obtenidos del análisis de sangre al Hospital San Agustín haciendo uso de un novedoso programa informático. En un breve periodo de tiempo, un especialista del complejo sanitario da su veredicto. Es una fórmula más de “telemedicina”, ahora muy en boga por la pandemia, pero que en el área sanitaria avilesina ya aplican distintas especialidades desde hace años.

El ejemplo de Hematología es uno de ellos; otro son las interconsultas con el endocrino o las consultas exprés de Medicina Interna siempre con el mismo fin: reducir los ingresos y alejar lo máximo posible a los pacientes de un entorno hostil como es un hospital, más en tiempos de covid.

  1. Tratamiento. Solo en el año 2020, un total de 658 personas pasaron por primera vez por “la consulta del Sintrom” en el Hospital. En el área hay casi 5.000 personas a tratamiento
  2. Envejecimiento. El uso de tratamientos anticoagulantes como el acenocumarol (Sintrom) está muy relacionado con el envejecimimento de la población. En el área sanitaria avilesina se lidera los rankings de vejez.
  3. Telemedicina. Los pacientes con Sintrom se benefician mayoritariamente, salvo excepciones, de atención en los centros de salud gracias a un proyecto de telemedicina ya arraigado en el área sanitaria.


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