El balance es negativo, a juicio del gerente de El Atrio, Juan Queipo: a día de hoy, un total de cinco establecimientos que “residen” en el complejo comercial han cerrado sus puertas de acuerdo a las últimas restricciones impuestas por el Gobierno. Por eso, ayer, Queipo no perdió la oportunidad, en el transcurso de un encuentro telemático, de pedirle al director de Comercio, Julio González Zapico, una concreción de la norma.

“Creemos que estamos siendo discriminados respecto a los locales ubicados a pie de calle, cuando nosotros cumplimos con las medidas de seguridad a rajatabla”, dijo el director del centro comercial avilesino, que reconoció que el hecho de que algunos negocios considerados no esenciales tengan que estar de nuevo cerrados “ocasiona un grave perjuicio económico”.

“Por respuesta recibimos que trasladará nuestra petición al Gobierno y que en unos días nos aclarará algo”, explicó el responsable de un centro que comenzaba a ver claridad después de los peores meses de la pandemia. “Esto nos parte por la mitad de nuevo”, concluyó.