“Mientras no se pueda usar el interior de los establecimientos hosteleros no se va a perseguir esa utilización del espacio público”, señaló en el Pleno del pasado viernes el concejal de Diseño Urbano y Movilidad de Avilés, Pelayo García, para referirse a la colocación de mesas y sillas de terrazas hosteleras junto a las fachadas de los establecimientos en días de lluvia intensa. Sin embargo, agentes de la Policía Local visitaron ayer varios locales, al menos del entorno de la plaza de La Merced, advirtiendo a sus responsables de la imposibilidad de ubicar sus terrazas pegadas a la pared en aplicación de la ordenanza reguladora de esos espacios. La contradicción entre lo anunciado por el edil y la actuación policial deja descolocados –y enfadados– a los hosteleros.
El gobierno local, del PSOE, quiso aclarar ayer por la tarde el asunto. Según la comunicación realizada, “la flexibilización en la aplicación de la normativa, que lleva a cabo la Policía Local, se desarrolla de manera comprensiva actuando únicamente frente a los abusos y en aquellas situaciones que comprometen de manera notable la accesibilidad o las medidas de distanciamiento a las que obliga la pandemia”.
Según manifestó el concejal de Diseño Urbano y Movilidad, los agentes de la Policía Local “tienen la indicación de aplicar el sentido común, de manera que no van a levantar actas de denuncia por el hecho de que llueva y haya personas o mesas pegadas a la fachada de forma extraordinaria mientras no puedan utilizarse los interiores de los locales”.
“Por supuesto que un abuso o esta práctica cuando no se den esas circunstancias tan excepcionales llevará a la adopción de medidas sancionadoras”, dejó claro el concejal socialista un día después de la aprobación de la nueva ordenanza reguladora de terrazas, que será de aplicación una vez finalicen las restricciones derivadas de la crisis sanitaria por covid.
El gobierno local defiende que mientras que la pandemia siga en vigor, el Ayuntamiento dispone de un “decreto covid” que regula, entre otros asuntos, la instalación de las terrazas de los establecimientos hosteleros y que, en aras de propiciar una mayor movilidad y evitar aglomeraciones, impide entre otras cuestiones que las mesas y sillas estén colocadas junto a las fachadas.
"La Policía Local está para velar por el cumplimiento de la norma, es decir, no podemos decirles que no apliquen la norma, pero sí que usen el sentido común y sean comprensivos en días de lluvia”
“La Policía Local está para velar por el cumplimiento de la norma, es decir, no podemos decirles que no apliquen la norma, pero sí que usen el sentido común y sean comprensivos en días de lluvia como hoy (por ayer) teniendo en cuenta las restricciones que afectan a la prestación del servicio de hostelería”, indicó Pelayo García. “Como administración, debemos de garantizar el interés general, que también pasa por la accesibilidad y el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias”, agregó el concejal de Diseño Urbano y Movilidad.
El nuevo plan de terrazas hosteleras de la tercera ciudad asturiana, que aún no será de aplicación, conlleva novedades. Por ejemplo: una vez sea superada la pandemia, los locales deberán separar sus mesas y sillas a una distancia de 1,80 metros de las fachadas para no impedir el tránsito peatonal. Esa medida coincide con la normativa estatal de terrazas.
En el caso de que el establecimiento hostelero esté ubicado en una calle peatonal y no disponga de ancho suficiente para permitir el paso de viandantes, se dispondrá de uno de los márgenes y el otro quedará ocupado por las terrazas, en las que se podrán instalar también calefactores móviles.
La nueva ordenanza tiene un apartado específico para las terrazas que ocupan plazas de aparcamiento. Éstas deberán asentarse sobre una plataforma que las coloque al nivel de la acera y tendrán que contar además con un sistema de protección frente a los vehículos. Estos elementos de protección tendrán que tener unas características concretas que serán definidos en un próximo decreto de Alcaldía. Por el momento, se prevé que las terrazas de la zona urbana estén delimitadas con protectores metálicos y las de las zonas rurales con madera u otros materiales acordes.
