La cadena de abandonos en la cofradía de pescadores “Virgen de las Mareas” de Avilés no cesa. Este miércoles se producía una nueva dimisión de un armador perteneciente al órgano de gobierno de la entidad. Por medio de burofax, Eduardo José Vázquez Domínguez, armador del buque pesquero “José Eduardo”, se dirigió a la Junta General de la Cofradía para manifestar su voluntad “expresa e irrevocable” de dejar de ser integrante del cabildo y de la junta general de la Cofradía de Pescadores “Virgen de las Mareas” de Avilés, por lo que renuncia al puesto de vocal de la agrupación correspondiente, tanto en el Cabildo como en la junta general de esa corporación.

Eduardo José ya habría dimitido como miembro del Cabildo o Comisión Permanente de la Cofradía en julio de 2014, manifestando en su burofax de este miércoles que, habiéndose enterado de que su nombre había sido utilizado en la candidatura del colectivo de armadores en las últimas elecciones celebradas en el año 2019, presentaba su renuncia a formar parte de tales órganos de gobierno.

Con esta tercera dimisión la Junta General de la entidad avilesina queda compuesta, en la agrupación de armadores, por dos miembros, José Ignacio Pereiras y Gerardo Granda, socio del anterior, frente a los cinco miembros del colectivo de trabajadores, todos perceberos dados de alta en la Cofradía con ocasión del plan de explotación del percebe de San Juan de la Arena y Avilés. El colectivo de trabajadores de la mar carece de representantes de otras agrupaciones como son las de trabajadores de cerco, arrastre, artes menores o caladeros comunitarios, a pesar de que existen armadores integrantes del órgano de gobierno cuyos buques se dedican a esas modalidades de pesca.

A esta última deserción se suma la salida, el lunes, de los armadores Jonás González Loza, elegido hace poco más de una semana miembro del cabildo de la cofradía de pescadores “Virgen de las Mareas” de Avilés, y Amelia Loza Trelles, administradora de la empresa Villaselán 99, quienes dirigieron sendos burofaxes a la corporación pesquera avilesina comunicando, respectivamente, su dimisión irrevocable y la baja societaria, como 48 horas después confirmaría también el armador del buque “José Eduardo”. La semana anterior había completado idéntico movimiento el apoderado de la sociedad mercantil Pesquerías Pixuetinas, S. L., Juan Antonio Menéndez Garay.

Con estas renuncias el censo de la agrupación de armadores de las últimas elecciones ha quedado reducido a la mínima expresión. La cofradía, estrangulada económicamente y con desapego de su masa social, vive sus horas más bajas.