Los Acuerdos de Oviedo, el reglamento que dio paz al sector de la industria auxiliar en los años más duros de la Reconversión, se prorrogan un año más (hasta el próximo 31 de diciembre) ante la imposibilidad física de negociar una reactualización de los mismos como consecuencia de las limitaciones sanitarias que impiden reuniones de más de cuatro personas.
Las partes (Arcelor, la patronal del sector auxiliar, el Principado y los sindicatos mayoritarios) se han dado de plazo este año para que el próximo 1 de enero ningún trabajador de las contratas de Arcelor se quede desamparado por haber caducado la prórroga del pacto cuya última edición fue de 2011 y se revisó un lustro después.
La prórroga de los Acuerdos deja las cosas como están, al menos hasta diciembre, es decir, los trabajadores incluidos en el reglamento (alrededor de 1.300, incluyendo los prejubilados) mantienen el derecho de la subrogación en caso de que alguna de las empresas del sector pierda el contrato de obra de la compañía principal, es decir, de Arcelor. Además, también se mantiene el derecho a ejercer el contrato de relevo según indica la ley en su última reforma. Es decir, que es posible salir de la empresa (relevado) a cambio de la llegada de un nuevo empleado (relevista). El que se va mantiene una relación laboral del 25 por ciento de su jornada, mientras que el que llega tiene la responsabilidad de mantener el 75 por ciento.
La tarea que tienen entre manos las partes negociadoras de los Acuerdos es actualizar la lista de trabajadores beneficiados. Y es que lo principal de este pacto es que los trabajadores beneficiados forman una lista de la que salen en el momento en que se jubilan. Sus huecos se tienen que ocupar con los nuevos empleados. El objetivo es mantener la paz social en un sector que es crucial para la producción industrial, pero que pocas veces había mantenido condiciones laborales equivalentes a la de sus compañeros en las fábricas. Esto es lo que las partes quieren seguir manteniendo.
