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Diez meses de espera para operar a un bebé de 20 meses: “Le cambiaría la vida”

“Sufrimos los efectos del covid sin padecerlo”, lamenta la progenitora tras la reprogramación de la cirugía para atajar la obstrucción del lagrimal

Una sanitaria en la ventana del Hospital San Agustín de Avilés. | M. V.

Silvia López es una madre desesperada. Lleva esperando desde marzo de 2020 por una simple intervención quirúrgica para su hija, Olaya Suárez, de tan solo veinte meses, en el Hospital Universitario San Agustín. “La intervención dura diez minutos de quirófano y me dicen que no hay operaciones, solo tumores. Estamos sufriendo los efectos del covid sin padecerlo”, señala. La pequeña Olaya Suárez tiene una obstrucción del lagrimal, un problema que hace que le llore un ojo de manera constante, un problema que también sufre su abuelo. Esa operación solo puede realizarse entre los doce y los veinticuatro meses de vida, de lo contrario el problema persistirá para siempre.

La odisea de López comenzó en enero de 2020. Fue a la pediatra con su hija y la facultativa le recomendó la cirugía. Le dieron cita para marzo de 2020 en el San Agustín, el mes que el covid comenzó a azotar con fuerza y derivó en el confinamiento domiciliario. Esa cita fue pospuesta a julio, primero, y, después, a octubre. Desde entonces, López ha llamado casi a diario al Hospital esperando por una respuesta afirmativa. “Siempre me decían lo mismo: que llamara la semana que viene”, señala la progenitora. Esa semana no acaba de llegar: “Me dicen que los quirófanos están cerrados por la situación de la pandemia”, señala con resignación.

La pequeña Olaya tiene ahora veinte meses. Le quedan cuatro para poder ser intervenida. “Soy consciente de que no es algo grave, pero es necesario y urgente, y es que se trata de una intervención ambulatoria. ¿Qué están haciendo los oftalmólogos?”, se pregunta López. Olaya cumple 24 meses en abril y una intervención a partir de ese mes no sería efectiva, según le trasladaron los pediatras.

La desesperación de Silvia López le llevó a preguntar en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) en Oviedo por si era posible la operación en ese centro médico. “Me dicen que sería posible pero para ello debería empezar de nuevo todo el proceso y que esa operación fuera aprobada pero no da tiempo”, señaló la madre, que no se da por vencida y quiere agotar las posibilidades para intentar conseguir una operación que “le cambiaría la vida” a su hija.

“El caso de mi hija no es el único, hay muchas personas tocadas que están sufriendo y sus dolencias nada tienen que ver con el covid”, resalta López, que ha llegado a pedir dinero a su entorno más cercano para intentar costear esa operación en clínicas privadas. “Recurrir a un privado resulta carísimo, llevo un año esperando y todo esto me produce frustración, no nos queda más que sufrir los efectos del covid sin haberlo tenido”, concluyó.

El jueves les llamaron para decirles que se presentaran en 24 horas en el hospital para realizar el preoperatorio correspondiente para la niña y que este lunes la operaban. “Cuando terminamos, al salir del hospital me llaman ... Que debido a la pandemia anulan todas las operaciones”, explica. Y, otra vez, vuelta a empezar.

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