Carlos Navalpotro, el nuevo presidente de la empresa Asturiana de Zinc (Azsa), y sus principales ejecutivos –Jaime Arias y Manuel Romero– le explicaron ayer al presidente del Principado, a Adrián Barbón, la situación que vive la fundidora de San Juan de Nieva, una de las principales del mundo. Fue durante una reunión que se desarrolló a través de la plataforma Zoom: cada uno de los cuatro desde sus respectivos despachos.

La compañía explicó que el encuentro era “institucional”. Y es que Navalpotro se ha hecho con la presidencia de la sociedad a comienzos de este mismo año, cuando sustituyó a Íñigo Abarca.

Los tres ejecutivos explicaron al presidente “cuestiones que afectan al tejido industrial asturiano, como los costes de la energía o el impuesto de residuos”. Y es que la compañía fundidora propiedad de Glencore es una de las grandes consumidoras (el proceso electrolítico requiere un nivel muy alto de energía y todas las industrias de su calibre reclaman a las administraciones públicas un compromiso para rebajar el precio del megavatio hora). Asturiana de Zinc, pese a este hándicap, está llevando a cabo un proceso de ampliación en su planta de San Juan de Nieva cuantificado en cien millones de euros: se trata, precisamente, de una nueva planta de electrolisis.

Las obras de esta nueva instalación se están desarrollando con rapidez en el antiguo parque de intemperie. Pero esa no es la única gran obra desarrollada en las instalaciones fabriles. Ya están listos los nuevos vestuarios: un edificio exento a la planta, en el antiguo aparcamiento de las empresas auxiliares.

La preocupación sobre el impuesto de residuos está en el hecho de que el Gobierno de España haya decidido instaurar una tasa específica para evitar eventuales sanciones de la UE. La descarga de residuos estará gravada con una tasa en las industrias y penalizarán su generación y fomentará su reaprovechamiento. La empresa de Navalpotro reconoce en el último informe financiero publicado (2019) que la fábrica generó 16.390.944 kilos de residuos peligrosos que terminaron en un vertedero.