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La mitad de las viviendas proyectadas ahora para Cristalería serán protegidas

El gobierno avilesino aprueba el proyecto de actuación en Jardín de Cantos, que afectará a 76.938 metros cuadrados, el 84% en manos de la Sareb

Uno de los chalés en estado ruinoso de la ciudad-jardín de La Maruca, en las inmediaciones de la factoría.

Casi 30 años. Este es el tiempo que llevan esperando los vecinos de Jardín de Cantos por el desarrollo del convenio urbanístico de Cristalería que ahora está a punto de ver la luz: el gobierno local ha aprobado inicialmente el plan de actuación. Deberá pasar luego el trámite de información pública y el de aprobación definitiva. Aún con giros burocráticos pendientes, los de Cantos están más cerca que nunca de que la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), propietaria del 84,64 por ciento del terreno, intervenga en la zona. El ámbito de actuación de Cristalería abarca 76.938 metros cuadrados, de los que se aprovecharán para la construcción 35.594 metros cuadrados, el equivalente a unas 350 viviendas. Pero no todas serán iguales: en el convenio de Cristalería tiene un peso importante la vivienda protegida, a la que se destinarán tantos metros cuadrados para su construcción (16.644) como al total de vivienda familiar y vivienda libre. El proyecto contempla también espacio para la actividad comercial (2.500 metros cuadrados). El Ayuntamiento es el dueño del 6,75 del suelo y, los propietarios privados, del 8,61. De ahí que, tras la aprobación de este plan parcial, pueda ya crearse la junta de compensación e iniciarse los trámites para la aprobación del proyecto de urbanización.

Que se apueste por la vivienda protegida en este convenio es un deseo del gobierno avilesino, que ya mostró su interés en impulsar esta zona residencial para poder poner en el mercado viviendas más asequibles que las del centro en la zona del municipio más próxima a Castrillón, junto a Raíces. Podrían servir para extender el plan que ya tienen en marcha para las casas de los maestros de Versalles y La Luz: pisos para jóvenes, con el fin de asentar población en el municipio. En el ámbito de Cristalería, de acuerdo al plan de actuación presentado por la Sareb, se pretende la preservación de este barrio, manteniendo sus características básicas de ciudad-jardín, y por ello se mantiene su tipología característica de edificación unifamiliar aislada o pareada. Se propone la apertura de una calle, en prolongación con la calle A existente, al objeto de obtener una parcelación complementaria de menor tamaño, acorde con la existente en el resto. El incremento del número de parcelas edificables “ayudará a financiar la reurbanización del barrio que cuenta con infraestructuras urbanas de más de treinta años, y que es necesario renovar, y cuyos espacios públicos no han sido cedidos aún al Ayuntamiento”. Asimismo, se propone asignar parte de la edificabilidad del uso residencial unifamiliar de este ámbito al uso de vivienda colectiva sujeta a algún régimen de protección, con un máximo de bajo más dos plantas, con lo que se distribuye de manera más homogénea la edificabilidad en los suelos destinados a usos lucrativos, a la par que se aproxima la edificabilidad media de la vivienda unifamiliar a la realidad del mercado.

En el área de Jardín de Cantos, el Plan General dispone la edificación con emplazamiento fijo, a fin de obtener una amplia zona destinada a parque público, y un terreno que el Plan General de 1986 destinaba a equipamiento público, utilizado como club social, pero que estaba sin obtener. “Se pretende establecer una relación visual con el desarrollo del Nodo y restantes suelos perimetrales a urbanizar en contacto directo con el suelo urbano consolidado, potenciando en la medida de lo posible la acumulación de los espacios libres de uso público de cesión, y su vinculación al barrio de Jardín de Cantos, de forma que tanto la nueva edificación como la preexistente bordee la zona verde, evitando barreras visuales al ubicar la edificación en los extremos de la parcela”, explican en el plan de actuación, que llega después de 30 años.

La Maruca: de alojamiento de élite a chalés en ruinas

El barrio Jardín de La Maruca, en Avilés, fue proyectado en 1948 por el arquitecto asturiano Enrique Rodríguez Bustelo, por encargo de la empresa Cristalería Española, con vistas a albergar a los técnicos de la compañía. Se busca así dotarlos de alojamientos de élite, en un espacio segregado del destinado a los obreros, pero anexo igualmente a la fábrica. Supone una de las iniciativas urbanísticas regionales más curiosas de la posguerra, según explicaba en estas páginas la profesora Carmen Adams, doctora en Historia de Arte. Había –y se conservan muchas, aunque en estado ruinoso la mayoría– viviendas al modo de ciudad-jardín, con chalés bifamiliares. En los últimos años, los vecinos han puesto muchas veces la voz en alto: demandaban una actuación urgente en esta zona, visiblemente deteriorada. Ahora el proyecto de construcción incluye la construcción de viviendas, muchas protegidas.

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