Ocho meses de prisión. Esa es la pena que acumula ya la mujer acusada de estafar a varios comerciantes de la comarca. Se corresponde con dos condenas por estafa cometidas en lo que va de año y enjuiciadas, tras su detención por la Policía, la semana pasada. La cuantía de las condenas es de momento insuficiente para su ingreso en prisión. Si bien, según ha podido saber este diario, la presunta ladrona tiene tras de sí un importante reguero de demandas, todas ellas por estafa, que pueden hacerle dar con sus huesos en la cárcel.
Según han denunciado varios comerciantes, la estafadora, “una mujer de estatura baja, delgada, con muy buenas formas y muy agradable”, llevaba tiempo pegando ‘golpes’ por la comarca. Su modus operandi era casi siempre el mismo. Efectuaba una compra y, cuando llegaba el momento de pagar, siempre aparecía algún problema: se le estropeaba la tarjeta, se daba cuenta de que se había olvidado la cartera o cualquier otra ocurrencia que remataba con una promesa: “Mañana vuelvo y te lo pago”.
A ninguno de los afectados les llegó ese mañana, por lo que fueron varios los que acabaron denunciándola. La acumulación de demandas acabaron con su detención el pasado sábado y su posterior paso por dependencias judiciales, donde se enfrentó a dos juicios, ambos por estafa. En los dos resultó condenada a ocho meses de prisión.
Al ser esta cuantía inferior a los dos años, el juez le concedió la suspensión de la pena, por lo que está en libertad, tal y como aseguró la abogada Noelia Martínez, que asistió a la condenada en el turno de oficio. Aunque será, quizá, no por mucho tiempo. Fuentes conocedoras del caso aseguran que la ristra de afectados es extensa, por lo que no es de extrañar que si a la estafadora le siguen lloviendo los reveses judiciales pueda acabar en la cárcel.
La noticia de la detención de la estafadora corrió como la pólvora por la comarca. Especialmente por las redes sociales, donde algunos usuarios compartieron imágenes de la ahora condenada, algunas de ellas con su familia. La UCAYC envió ayer un correo a sus asociados para advertirles que la Policía les había comunicado que estas publicaciones podrían ser ilegales y también para animar a todos los afectados a denunciar a la timadora.
