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El coronavirus pasa factura a la cultura avilesina: una veintena de espectáculos afectados

La pandemia se ha cebado con grupos musicales y compañías de teatro y hasta el Palacio Valdés ha visto truncarse su dinámica de estrenos

Cristina Manjón, la cantante de “Fuel Fandango”, en una pasada actuación en Asturias.

La pandemia ha cambiado la vida de miles de profesionales: la de los sanitarios, la de los hosteleros y también la de los profesionales de la cultura. Desde que hace un año comenzaron las restricciones sociales, en Avilés se ha suspendido una veintena de espectáculos. Buena parte de ellos en el teatro Palacio Valdés, pero también en el Centro Niemeyer, en Los Canapés y en la Casa de Cultura. Hay casos singularmente crueles: cuatro cancelaciones encadena la presentación de “Born in the 70”, el último disco de “Leather Boys”; tres fechas anunciadas (y fallidas) para la vuelta de “Morrigans” a los escenarios; dos anulaciones, hasta la representación final, del soliloquio de “Trajín Teatro” “Mauthausen. La voz de mi abuelo” (el pasado 16 de enero, cuando el municipio ya estaba cercado, pero aún sin el añadido de las medidas del nivel 4 +).

La cultura se ha convertido en una actividad herida por las decisiones sanitarias, pese a que no hay constancia de que haya habido un solo foco de coronavirus en algún teatro o sala de conciertos del país. Y el presidente del Principado, Adrián Barbón, lo reconoció en una de sus intervenciones públicas. Con motivo de la vuelta a la fase 2, el pasado 14 de octubre, señaló que cines y teatros no habían sido origen de ningún brote. “No están surgiendo en ese tipo de actividades. Y por eso no se adoptan medidas restrictivas”. Entonces no las tomó, pero ahora sí. Sin embargo, la vigilancia de la seguridad en octubre se ha extremado en los días en que se ha permitido la apertura: higiene de manos, distancia física…

Sergio Parra Blanca Portillo.

El primer confinamiento, el de estar encerrados en casa, se estableció en España el 14 de marzo del año pasado. Entonces, justo ese día, era cuando Rodrigo Cuevas tenía previsto presentar en el Niemeyer su espectáculo “Trópico de Covadonga”. No lo pudo hacer en vivo. Se conectó a su Instagram. Y por ahí comenzó la cultura en videoconferencia en el Principado. Hasta el día 21 de agosto no se resarció. Fue en el Niemeyer, pero gracias al Ayuntamiento de Avilés y a las fiestas de San Agustín en “formato pandemia”.

La presentación de “Morrigans” estaba anunciada en el Palacio Valdés para el mes de abril. Luego fue para noviembre. Ahora está prevista los días 12 y 13 de marzo.

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Al día siguiente, aquel día 15 de marzo, la compañía “Cantajuegos” ni jugó, ni cantó. Para el día 20 estaba anunciada “Mrs. Dalloway”, un montaje de 2019 del teatro Español, con Blanca Portillo como principal intérprete. Se canceló. Para siempre. Tuvo más suerte el soliloquio “Mauthausen. La voz de mi abuelo”: tuvo dos suspensiones, pero la tercera fue la buena. Y, además, subió del club del Niemeyer al auditorio grande: por guardar la seguridad, por mantener la distancia, por evitar eso que se ha evitado durante todo este año pandémico.

La presentación de “Morrigans” estaba anunciada en el Palacio Valdés para el mes de abril. Luego fue para noviembre. Ahora está prevista los días 12 y 13 de marzo, coincidiendo con el primer aniversario del gran confinamiento, el de la primavera cerrada. La banda avilesina ha sido víctima del primer cierre perimetral y cruza los dedos para no volver a serlo del segundo, el de ahora.

Aitana Sanchez-Gijón. EFE /Javier López Hernández

En aquel noviembre de todo cerrado, el Niemeyer y el teatro avilesino también lo estuvieron. Y así no sonaron por primera vez los “Fuel Fandango” (está previsto que lo hagan el próximo 23 de mayo), ni se pudieron ver “Sueños y visiones de Rodrigo Rato”, ni “Doña Rosita anotada”, ni tampoco “8,56. Inspirada en un salto de Yago Lamela”, que iba a ser un estreno nacional: media docena de los previstos para 2020 quedaron para prado. “Dribbling”, por ejemplo, de Ignasi Vidal (al final, el debú fue en Valladolid) o “Yo la maté”, de “Higiénico Papel”, pendiente aún de reubicación. Pero también se cayeron “Castelvines y Monteses”, de Lope de Vega y de Sergio Peris-Mencheta, y “Juana”, de Chevi Muraday y Aitana Sánchez-Gijón.

En este tercer encierro la lista de caídos ha estado llena principalmente de estrenos nacionales: “Lope y sus doroteas”, que tenía que haberse presentado este fin de semana pasado (y que también estuvo programada en el segundo encierro, el de noviembre), pero también “El abrazo”, con María Galiana y Emilio Buale, lo penúltimo de Magüi Mira como directora y adaptadora.

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