Un único barco vinculado con Asturias, el arrastrero “Eleuterio José Balayo”, habitual vendedor de sus capturas en la rula de Avilés aunque propiedad de un armador gallego, se ha inscrito en la lista voluntaria abierta por la dirección general de Pesca en busca de embarcaciones colaboradoras en tareas científicas para evitar la captura accidental de cetáceos.

Pesca ha puesto en marcha un proyecto piloto consistente en instalar cámaras de circuito cerrado de televisión a bordo de los buques pesqueros para recoger información que sea útil a los investigadores que trabajan en el desarrollo de medidas tendentes a reducir las capturas no deseadas de cetáceos.

Para estimular la participación de barcos en ese programa, Pesca da la posibilidad a esos buques de no computar las capturas de esas mareas “científicas” contra las cuotas que tienen asignadas, sino que irían a cargo del 2% que se reserva el Estado de todas las cuotas para fines científicos.