La alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín, siente que la ciudad  “ha comenzado un camino sin retroceso”. Se refiere a la rebaja de las restricciones sanitarias del nivel 4+ del concejo que preside (sólo se permiten las terrazas, nada de consumiciones en el interior y reuniones de cuatro personas como máximo). Y, pese a eso, aconseja: “Hay que ir poco a poco, seguir siendo prudentes y responsables y que las terrazas que se abrieron esta semana permanezcan abiertas todo el año”, reclamó la regidora al término de la presentación de la restauración de los frescos de Gonzalo Espolita de la iglesia del Sagrado Corazón de Villalegre. “Espero que detrás de las terrazas vengan los establecimientos, poco a poco, y así podamos ir recuperando la vida porque lo necesitamos todos”. 

El fin del cierre perimetral del concejo de Avilés está en el objetivo tanto de los gobernantes de la ciudad como de los profesionales de la hostelería y el comercio. Y todo hace pensar, a la vista de los resultados de infecciones por covid en los últimos días, que el cerco se levantará la semana que viene, sin embargo, Monteserín no quiso lanzar las campanas al vuelo: “Mañana [por hoy] tendremos una conversación. Las cifras no son malas. Estamos bajando sostenidamente: esta era un poco la necesidad”, señaló. “A partir de ahora lo que tenemos que hacer es bajar. Lo que no podemos es hacer un recorrido como este para luego tener que volver para atrás”. Insistió entonces en la receta a seguir en su concejo: “Hay que bajar con prudencia, sostenidamente porque de esta manera vamos a poder encontrar el camino de la normalización”. 

La Consejería de Salud señaló el pasado día 22 que había constatado la mejoría de la situación epidemiológica de Avilés y Castrillón con respecto a los peores días de la tercera ola. Entonces determinó que los dos concejos saldrían del máximo nivel de riesgo por coronavirus (4+) con medidas reforzadas. Y eso sucedió este martes pasado. Corvera abrió las terrazas ayer jueves. De esta manera, en toda la comarca, ya se puede prestar servicio en las terrazas y, en paralelo, en centros culturales como el Niemeyer, el teatro Palacio Valdés o la Casa de Cultura.