Comienza la temporada del bocarte, un pescado que para algunos expertos en nutrición es un “superalimento”. Y es que no le faltan propiedades: la anchoa tiene capacidad antioxidante, regeneradora y antiinflamatoria. “Es un alimento rico en ácidos grasos omega-3, fundamental para llevar una dieta equilibrada. Y el omega-3 ha demostrado propiedades antiinflamatorias en las enfermedades de las articulaciones, por lo que está indicado para el tratamiento de artritis reumatoide o la psoriasis”, explican los expertos, a los que se une el traumatólgo avilesino Manuel Sandoval, que destaca el alto contenido en colágeno de la anchoa.
Los de Santoña van más allá y destacan, por ejemplo, que la anchoa es buena para el tránsito intestinal al tener efecto laxante gracias al magnesio. Coinciden en que con su consumo se mejora el funcionamiento de nervios y músculos y destacan que el yodo que contiene es clave para el buen funcionamiento de la glándula tiroides y en el embarazo para el crecimiento del feto y el desarrollo de su cerebro.
Más beneficios del pescado que ronda ya aguas asturianas. Según un artículo publicado en “Annals of the Rheumatic Diseases”, consumir este tipo de pescados entre los que se incluye el salmón y las sardinas, podría reducir a la mitad el riesgo de padecer artritis reumatoide, enfermedad que afecta al sistema musculo-esquelético de dedos, brazos, piernas y muñecas.
En el último número de la revista “Industrias Pesqueras” los traumatólogos también elogian las bondades del bocarte, que además de cuidar el cuerpo por dentro también se considera un alimento rejuvenecedor. No en vano, el consumo de bocarte estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico, ambos aliados frente al envejecimiento de la piel que provoca el paso del tiempo.
