Las líneas maestras de la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera, una norma que en palabras del Ministro Luis Planas “pretende conjugar la necesaria protección medioambiental con la imprescindible sostenibilidad económica y social”, agradan a los profesionales asturianos de la mar. O, cuando menos, no han generado críticas; lo máximo cautelas, como consecuencia de la proverbial desconfianza que tienen los pescadores ante cualquier intento de modificar las reglas del juego de su actividad. “Yo, de Madrid no me fío; y de los políticos, tampoco”, zanjó Eduardo Cuevas, presidente de la asociación de armadores asturianos de cerco tras admitir que la declaración de intenciones que alumbra la futura ley es “esperanzadora”.
El borrador de la Ley de Pesca Sostenible e Investigación Pesquera recoge entre otras medidas, tal y como ayer adelantó este periódico, la retirada de las cuotas asignadas a un barco si este no las utiliza por un período de tiempo determinado, la posibilidad de dar entrada en los censos de flota a buques sin un historial previo de pesca en ciertas pesquerías o la vigencia de cuatro años para las licencias de pesca, cuya renovación no será automática. Uno de los principios que guía la reforma normativa en elaboración es la optimización de los cupos, una vieja reivindicación de la flota asturiana, habitualmente quejosa por la escasez de los mismos.
El director general de Pesca Marítima del Principado, Francisco González, cree que al perfil de la flota asturiana “le viene bien una ley que apuesta por la sostenibilidad ambiental y la selectividad pesquera”. Y esto es así, en su opinión, porque el tipo de pesca que se hace en Asturias, artesanal y selectiva (sin apenas capturas accidentales), “es la que garantiza la sostenibilidad de la actividad, precisamente la palabra que la ley en elaboración lleva en su título y fundamenta su contenido”.
González apela al “largo camino” que aún le queda por recorrer a la futura ley pesquera antes de entrar en vigor (alegaciones, consultas, tramitación parlamentaria...) para mostrar cautela sobre los términos finales en los que podría ser promulgada. Respecto a la participación que el Principado pudiera tener en el “pulido” del texto final, el responsable pesquero avanzó que tanto biólogos como técnicos y juristas de la Consejería de Medio Rural “ya trabajan con idea de enriquecerlo y hacer aportaciones cuando llegue el momento”.
Las cofradías de pescadores asturianas suscribieron en su día las sugerencias que envío al Ministerio su federación nacional.
