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El sector se revuelve contra el “Gran Hermano” de la pesca que promueve Europa

La obligación de instalar cámaras de vídeo en los barcos “ensombrece” la revisión del reglamento de control de la actividad, según los armadores

El arrastrero "Luscinda" en una imagen de archivo. Lne

El sector pesquero comunitario ha puesto el grito en el cielo al saber de la intención de la Unión Europea de obligar a instalar cámaras de vídeo para controlar la obligación de desembarque de todas las capturas. Esa medida, que lleva dos años en discusión, ensombrece a juicio de las organizaciones patronales la revisión del nuevo reglamento de control pesquero y constituye un “elefante en la habitación que obstaculizará el normal desarrollo de la actividad pesquera”. En este sentido, la asociación pesquera Europêche confía en que los gobiernos de los estados miembros sopesen las implicaciones de este pretendido “Gran Hermano” durante las negociaciones que se desarrollarán en los próximos meses en el Consejo y tras las que se alcanzará una decisión final.

Al margen de la oposición a la vigilancia mediante cámaras de vídeo, la asociación pesquera europea Europêche, de la que forma parte la Confederación Española de Pesca (Cepesca), valora la posición adoptada por el Plenario del Parlamento Europeo (PE) en la revisión del Reglamento de control pesquero de la UE y, específicamente, los cambios que introducen una mayor flexibilidad en el margen de tolerancia para las estimaciones de peso realizadas a bordo por los pescadores y la exención del uso de dispositivos de control de la potencia del motor para las pesquerías sujetas a límites de capturas.

Europêche celebra que la votación del Pleno haya respetado la mayoría de los compromisos alcanzados en la comisión de Pesca del Parlamento, unos acuerdos que, según la asociación, “ayudarán a mejorar la trazabilidad de los productos del mar al digitalizar el seguimiento y la notificación de las capturas a lo largo de toda la cadena de valor”, además de suponer “una armonización de las sanciones y las medidas de cumplimiento en los estados miembros”. La organización también acoge con satisfacción la flexibilidad introducida para hacer las estimaciones registradas en el diario de pesca para cada especie, “puesto que son extremadamente difíciles de comparar con las cantidades realmente desembarcadas”. En concreto, se han introducido márgenes de tolerancia más elevados para las pesquerías mixtas, de pequeños pelágicos y de túnidos.

El emblema del “Gran Hermano” contra el que protestan los pescadores asturianos.

En cuanto a la introducción de cámaras de vídeo a bordo de los buques pesqueros, Europêche lamenta que el Parlamento haya adoptado, por una escasa mayoría (8 votos de diferencia), una posición que contradice la adoptada previamente por la Comisión de Pesca y que implica la obligatoriedad del uso de sistemas CCTV (Circuito cerrado de TV) para los barcos pesqueros de más de 12 metros de eslora al identificarse su “alto riesgo de incumplimiento de la obligación de desembarque”.

A este respecto, el director general de Europêche, Daniel Voces, se pregunta: “¿Aceptarían la instalación de sistemas de CCTV en sus oficinas para garantizar que el dinero de los contribuyentes se gestiona e invierte de la forma más adecuada y que nadie infringe la ley en el desempeño de su labor diaria” Voces lamenta la “criminalización” del colectivo pesquero: “No podemos más que sentirnos perseguidos y criminalizados por una UE que aplica constantemente una presunción de culpabilidad basada en la desconfianza hacia el sector”.

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