El lunes falleció en Gijón a los 86 años, el médico Teodoro Rojo Iglesias que ejerció durante muchos años, hasta que se jubiló, en Soto del Barco. “Era toda un institución. Muy buen médico y muy querido por todos. En mi casa siempre oí que lo que dijera Don Teodoro iba a misa. Tenía la consulta delante del Ayuntamiento, debajo de su casa. Recuerdo grandes colas para la consulta. Cuando se hablaba muy alto, salía el a calmar a la gente”, recuerda Manuel Díaz “Pipo”.