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Abel Suárez, presidente de la gestora de UGT: “Como país no nos podemos permitir que desaparezca el sector del aluminio”

“El Ejecutivo regional, que impulsa una alianza por la industria, tiene que empezar a trasladar al Gobierno estatal las necesidades del sector”

Abel Suárez, ayer.

Abel Suárez (Oviedo, 1980) es el presidente de la gestora de la Unión General de Trabajadores (UGT) hasta mañana jueves, que es cuando está prevista la elección del sustituto de Iñaki Malda, que dejó la dirección comarcal hace un par de años. Suárez, vinculado a la federación de comercio (Fesmc), es también el secretario de Organización de UGT Asturias. Conversa con LA NUEVA ESPAÑA en el despacho del secretario comarcal, en la cuarta planta del edificio sindical de la plaza Vaticano.

–Hace dos años no hubiera pensado que iba a estar aquí todavía.

–Pues no. La intención era haber seguido con los procesos congresuales que teníamos planteado por el conjunto de la organización. Debería haber sido el congreso de Asturias hace casi un año y el comarcal habría que situarlo antes de este. Es decir, hace ya un año que tenía que haber estado todo listo. Pero, bueno, vino una pandemia y nos hizo retrasarlo todo en dos ocasiones. Por suerte, la tercera ola parece que está un poco más baja y vamos a poder elegir a la nueva dirección.

–En este tiempo se ha reorganizado el trabajo de las uniones comarcales y también de las federaciones.

–La organización lo que hizo fue una fusión de federaciones con la intención de buscar más sinergias entre todos los sectores y entre el conjunto de los trabajadores para poder realizar una acción sindical más efectiva. En ningún caso, las uniones comarcales, ni la estructura territorial del sindicato perdió peso, si no que lo que se fortaleció fue cómo podíamos contribuir entre todos los cargos orgánicos del sindicato a solucionar algunos problemas de algunos sectores que por temas de recursos humanos pudieran haber quedado sin atender. Con las fusiones lo que planteamos es estar más cerca de los centros de trabajo.

–Entonces, ¿no han perdido peso político las uniones comarcales?

–No, porque el peso político de la uniones comarcales sigue siendo el de tocar todos los temas transversales. Nosotros, como sindicato de clase, una de las cosas importantes que tenemos que trabajar no sólo es el tema de la acción sindical propiamente dicho, si no también cómo conseguir derechos de otro tipo para toda la ciudadanía, pero especialmente, para los trabajadores.

–A eso iba. ¿Hay que dar un meneo a los pactos regionales y locales que UGT ha firmado?

–Hay que darle un meneo y hay que seguir avanzando. Pienso que esta crisis nos ha enseñado muchas cosas: una es la necesidad de fortalecer nuestros servicios públicos porque esta crisis sin el servicio público sanitario hubiese sido bastante peor de la que lo estamos viviendo y mire que es bastante complicada. Pero creo que a la vez hay que activar mecanismos que ayuden a paliar necesidades de personas. Nosotros estamos reclamando, en el pacto regional, ayudas a los trabajadores, no sólo a los empresarios. En los dos pactos hay una cosa clara: que hay que poner a las personas al frente de las políticas.

–¿No da la sensación de que la acción política está muy limitada como consecuencia de la pandemia?

–La alianza por la industria regional tiene que pasar de la firma a la acción verdadera. El Gobierno regional tiene que dar un pasito más y ver cómo solucionar el problema que tiene la gran industria asturiana, en general, y la avilesina en particular. El estatuto electrointensivo no colmó las expectativas que necesitaba la empresa asturiana para tener una garantía y poder proceder a asentarse en cuanto a tarifa eléctrica se refiere, así que hay que buscar una solución específica para esa industria. Lo que tenemos claro es que eso materia estatal y nosotros vamos a seguir reclamando y exigiendo una solución al respecto.

–¿Y el Gobierno regional qué tiene que hacer?

–El Gobierno regional, que impulsa una alianza por la industria, tiene que empezar a trasladar al Gobierno estatal las necesidades del sector en su territorio y a exigir que haya de verdad una estrategia industrial estatal y que haya una política industrial que garantice el futuro económico de la comarca de Asturias y de Avilés.

–La antigua Alcoa está en peligro de muerte y los trabajadores reclaman una acción política. ¿Está de acuerdo?

–Estamos totalmente de acuerdo. Hay un acuerdo de venta que se firma en el Ministerio de Industria y tiene que dar un paso al frente y exigir no sólo que ese acuerdo se cumpla, si no que las perspectivas que se transmitieron en ese acuerdo en tanto en cuanto al empleo y a la actividad económica se garanticen. El Ministerio tiene mecanismos suficientes para conseguirlo y lo que no se nos olvida es que el 31 de julio es una fecha que está acercándose y que a esto hay que darle una solución inmediata. Sobre todo porque estamos en un sector estratégico como es el aluminio. Como país no nos podemos permitir que desaparezca el sector del aluminio y el Ministerio tiene que ponerse a ello. Insisto: el aluminio primario es un sector estratégico y esta región lo tiene que defender de manera clara. Nos la estamos jugando.

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