Zafarrancho de combate en la flota pesquera asturiana. La Federación de Cofradías de Pescadores del Principado acordó ayer de tarde, en una reunión extraordinaria y telemática de los patrones mayores de cada puerto, convocar un paro de 24 horas que tiene por objetivo paralizar la flota el próximo viernes, día 26. Del mismo modo, todas las cofradías pesqueras cerrarán ese día sus puertas, incluidas las de las rulas donde se vende el pescado del día; las lonjas de Avilés y Gijón, de gestión ajena a las cofradías, han sido invitadas a secundar también el paro. Los pescadores asturianos se suman a la marea de protesta surgida hace unos días en Galicia, donde las cofradías adoptaron el acuerdo de parar este viernes como protesta por el pretendido endurecimiento por parte de la Unión Europea de las medidas de control de la actividad pesquera. Pero, además de secundar las razones de los pescadores vecinos del Oeste, los asturianos tienen sus propias razones para plantarse: “El reparto a la baja de cupos de xarda (caballa), especialmente agravado este año, hace mella en la economía de los pescadores.

Si a eso se suma el desastroso año que llevamos por culpa del covid, la falta de ayudas al sector y el recorte inexplicable de cupos de otras especies muy importantes para la flota asturiana, como la merluza, el panorama es desolador: estamos asfixiados”, manifestó el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias, Adolfo García Méndez. No corren, dicen los pescadores asturianos, buenos tiempos para su actividad. Los agravios con otras comunidades –tanto en el reparto de los cupos de xarda como en materia de inspecciones–, la depreciación del valor del pescado por la falta de tirón de la demanda hostelera (los bares, hoteles y restaurantes están a medio gas debido a la pandemia) y la creciente burocratización de la pesca generan “hartazgo”, según García Méndez y la movilización del viernes es una válvula de escape para expresarlo. El paro de las cofradías tendrá su reflejo en que las banderas de esos edificios ondearán a media asta y los patrones mayores tienen previsto visitar a los respectivos alcaldes de los municipios con cofradías de pescadores para hacerles entrega de una carta que resume las preocupaciones y reivindicaciones del sector.

Otra consecuencia del paro de la flota, a poco que tenga éxito, es que el jueves será el último día de esta semana en el que llegará pescado fresco a los puertos, porque el sábado y el domingo la flota no faena al ser días de descanso para los marineros. Al igual que su homóloga gallega, la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias se muestra contraria y “preocupada” por las medidas previstas en el nuevo Reglamento de Control que pretende imponer la Unión Europea.

El presidente de la Federación trasladó a los patrones mayores los principales aspectos que afectan a la flota (obligatoriedad de la geolocalización para embarcaciones de más de 4 metros de eslora, obligatoriedad del diario electrónico de a bordo...) y lo que obtuvo como respuesta fue un rechazo generalizado. Un motivo más para “parar máquinas” el próximo viernes.

El desacuerdo con Gran Bretaña mengua opciones de elevar el cupo de xarda

El Consejo Europeo de Ministros de Agricultura y Pesca alcanzó ayer un acuerdo sobre la gestión de los stocks pesqueros compartidos con Reino Unido. El ministro portugués, Ricardo Serrão, y el comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, anunciaron que las cuotas de captura (TAC) provisionales se aplazarán hasta el 31 de julio para permitir que las flotas afectadas por el Brexit, como la española, puedan seguir pescando a partir del 31 de marzo si antes no se logra un acuerdo con Reino Unido. Los mandatarios señalaron que este es “un plan de contingencia a la espera de poder llegar a corto plazo a un acuerdo”. El comisario Sinkevicius aseguró que este acuerdo “garantiza que nuestros pescadores puedan continuar sus operaciones después de la expiración, la próxima semana, de los actuales TAC provisionales”. Este escenario da certeza a los pescadores a corto plazo, pero mantiene la incertidumbre más allá del 31 de julio y dificulta la realización de intercambios pesqueros entre países, los llamados “swaps”. La flota asturiana confiaba en aumentar el cupo de xarda disponible para la costera con esos “swaps” igual que el año pasado.