El Gobierno regional avala el proyecto de agroalimentación y sostenibilidad que pretende desarrollar el Ayuntamiento si consigue financiación europea dentro de los fondos “España Puede”. Avilés aspira a convertirse en un referente nacional sobre políticas alimentarias urbanas, activando sistemas sostenibles que fomenten la accesibilidad de alimentos saludables y de proximidad, la protección de la diversidad biológica y la reducción del desperdicio de alimentos. El comisionado para el Reto Demográfico del Principado, Jaime Izquierdo, ve “posibilidades de que progrese”.

“La producción de ciudad en el futuro va a ser la forma responsable en que se relacione con el campo, con su entorno. Y eso en ciudades como las asturianas, que tienen un tamaño muy adecuado, es una posibilidad muy fiable. Este discurso lo maneja el consejero Alejandro Calvo y algunos directores generales del departamento y se plantea en España y en Europa. Hay confluencia favorable de los astros. Hay que trabajar sin prisa pero sin pausa”, señaló Izquierdo tras la reunión que mantuvo en la Casa Consistorial con la alcaldesa Mariví Monteserín. De salir adelante esta manifestación de interés municipal, “Avilés sería pionera” en España en este reto que bebe del Pacto de Política Alimentaria Urbana de Milán. “Y eso es muy importante”, añadió Izquierdo.

Con un coste estimado de 3,1 millones, el plan pasa por convertir Avilés en el principal canal de comercialización de productos de origen asturiano, dotar a los colegios de cocinas propias en los comedores escolares, impartir formación gastronómica a los menores de 16 años, habilitar huertos urbanos y periurbanos e impulsar una oferta de restauración de alta calidad para consolidar la gastronomía como un importante segmento de atracción turística.

“En este proyecto abordamos la función de la ciudad y su relación con el campo, el abastecimiento y la alimentación. Se trata también de cambiar la mentalidad con respecto a la sostenibilidad, que todos los niños y niñas sepan usar los alimentos de proximidad. Aquí y en nuestro entorno tenemos campo, pesca, ganadería. Vemos muchas posibilidades de hacer esto bien y ese es nuestro objetivo, contribuir a un mundo más sostenible”, señaló Monteserín.

Se trata de volver al origen, puesto que todas las ciudades se organizaron alrededor de sistemas agroalimentarios, una relación que se fue perdiendo a partir de la segunda mitad del pasado siglo. “Ahora, muchas ciudades de Europa y del mundo se han dado cuenta de la necesidad de recuperar esa relación por motivos de sostenibilidad ecológica, de salud alimentaria... Se trata de retomar esa relación, reconstruirla y darle un formato de modernidad vinculado a cuestiones que tienen que ver con salud, con la sostenibilidad, con la recuperación de conocimientos del campo que estábamos perdiendo, con la recuperación de empleo. Cada vez son más los jóvenes que se ponen a cultivar alimentos para su venta en comercios de proximidad, pero se requiere una iniciativa pública que les dé amparo”, expuso Jaime Izquierdo, quien acto seguido se refirió “al hinterland alimentario de Avilés”, a los “alimentos de calidad que venían de Candamo, de Pillarno, de Grao, de Gozón o de Carreño”.

Monteserín se mostró optimista sobre el desarrollo de este proyecto municipal que busca hacer de Avilés una ciudad saludable con alimentación de proximidad. “Detecto que despierta mucho interés. Si sale adelante, hay que poner muchas cosas a funcionar”, dijo.

Entre los asuntos que se quieren activar destaca, además, el impulso de un tejido asociativo que reúna a productores y comercializadores de forma que se establezcan canales de distribución propios basados en la confianza y en la producción certificada de alta calidad, productos de los que se nutrirán tanto los comercios implicados en su venta como los negocios de restauración. El plan incluye la puesta en marcha de un laboratorio de experimentación gastronómica y de un centro de exhibición en la torre del Niemeyer.