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El bolardo de la calle Emile Robin “caza” a dos víctimas en un día, y ya van tres en una semana

“La barrera bajó y, cuando estaba cruzando el vehículo, subió y le pegó en la defensa”, afirman los testigos de un nuevo accidente

Restos de cristales, tras el choque, ayer, de un coche con el bolardo. | Mara Villamuza

El bolardo que regula el acceso de vehículos a la calle Emile Robin, por la que desde este mes solo pueden pasar conductores autorizados, sigue gafado. Un coche –el segundo en menos de una semana– chocó en la mañana de ayer contra el pivote, que subió “de manera repentina”. Y por la tarde, una furgoneta se convirtió en la tercera víctima “cazada” por el pivote desde que ha entrado en funcionamiento.

“El conductor aproximó la tarjeta al lector, la barrera bajó y, cuando fue a pasar, subió y le pegó en la defensa”, explicaron varios testigos del suceso matinal, en el que se vio implicado un Ford de color gris al que la colisión ocasionó daños en la parte frontal derecha, incluido el desprendimiento del foco antiniebla. Tras el golpe, el conductor abandonó la calle marcha atrás, antes de que llegase una patrulla de la Policía Local a interesarse por lo ocurrido. Los agentes fotografiaron los restos desprendidos del coche y las muescas que produjo al bolardo el golpazo.

Este fue el segundo incidente protagonizado por el controvertido bolardo desde su puesta en servicio, el 9 de marzo. El pasado martes otro vehículo sufrió un incidente similar. “Frené porque cruzaba un peatón. Cuando volví a arrancar, todavía con el semáforo en ámbar, el bolardo se levantó y choqué”, relataba entonces el propietario del vehículo, que sufrió daños en los bajos.

El conductor de la furgoneta que chocó con el bolardo examina los daños.

Ya por la tarde, otro vehículo, en este caso una furgoneta marca Volkswagen, se disponía a enfilar por la calle Emile Robin cuando el bolardo –que había bajado para dejar pasar una autobús– volvió a subir e impactó de lleno contra la defensa del furgón. El golpe causó la rotura parcial del faldón delantero de la carrocería y el desprendimiento de la plancha inferior que protege el motor en este tipo de vehículos. El conductor explicó que el autobús le había impedido ver el bolardo, cuya existencia desconocía dado que “hace tiempo que no circulo por esta calle”.

La instalación del bolardo de la calle Emile Robin (reformada como parte de las obras de remodelación del parque del Muelle) ha suscitado gran controversia. Especialmente entre los vendedores de la plaza de abastos, que se quejan de los horarios en los que funciona el pivote para tareas de carga uy descarga. “No entra en servicio hasta las 8.00 horas y nosotros comenzamos a trabajar a las 6.00”, se quejan. El Ayuntamiento se ha comprometido a revisar esta situación que critican los tenderos. También suscitaron numerosas críticas las multas impuestas por la Policía Local a los conductores que en los primeros días de funcionamiento del pivote fueron multados por acceder a Emile Robin sin tener autorización.

El controvertido bolardo de la calle Emile Robin solo permite el paso de aquellos vehículos (aparte de los servicios públicos) cuyos conductores han sido autorizados a circular por la calle debido a que son residentes, tienen plaza de garaje en la zona, son comerciantes o trabajan en empresas cuya actividad justifica el empleo de un vehículo.

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