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El templo de la Villa hace pedagogía de su historia

La junta de cofradías avilesinas sopesa dejar expuestos los paneles informativos colocados en la iglesia de San Nicolás

Uno de los paneles informativos colocados en la iglesia de San Nicolás de Bari. | Ricardo Solís

La junta de cofradías penitenciales de Avilés decidió convertir este año la iglesia de San Nicolás en un museo eventual de la Semana Santa local porque las restricciones sociales consecuencia de la pandemia de covid-19 obligan a vivir la Pasión con recogimiento. Y la propuesta ha cosechado el aplauso de avilesinos y de visitantes, sobremanera por la colocación de una serie de carteles informativos que, como señala Alfonso López Menéndez, el párroco del templo principal de la villa –el de San Nicolás–, “ayudan a los visitantes a conocer lo que hay en la iglesia”.

Estos carteles, que nacieron parejos a la exposición que está abierta en el templo, no se recogerán con la exposición de manera inmediata o esta es, al menos, la idea que flota en la organización. Sin embargo, la decisión última está en manos de la junta que estudia dejarlos fijos para el futuro. “Ha sido una buena idea”, determinó López Menéndez.

San Nicolás es la sede de seis cofradías, la de Nuestra Señora de los Dolores, la de San Juan Evangelista, la del Santísimo Cristo de Rivero y San Pedro Apóstol, la de Jesús de Galiana, la hermandad del Santo Entierro y Nuestra Señora del Gran Dolor y la del Beso de Judas, que fue la última en incorporarse al templo de la villa. Las otras hermandades avilesinas –de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y de la Santa Vera Cruz– tienen como base la iglesia de los Padres y la de Santo Tomás de Cantorbery, en Sabugo.

Los carteles informativos distribuidos por todo el templo de San Nicolás han servido de mucha ayuda a creyentes y a visitantes, pese al recorte de aforo establecido estos días por orden del Principado. Cada uno de los carteles explica qué tiene ante sus ojos el curioso. Y es que la iglesia de San Nicolás guarda en su interior tesoros de varios siglos: desde una pila bautismal de origen romano (es un capitel de una columna vaciado) hasta un friso del siglo VIII que luce en el claustro del antiguo monasterio de los padres franciscanos, el patio del colegio San Nicolás. Además, cuenta con arcos de cuando la llegada de los frailes y restos del retablo del monasterio de La Merced, que se derribó a finales del siglo XIX.

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