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Alertan de los posibles daños de la perrera si se instala en Bañugues

El grupo antialbergue ve peligrar la playa, el sendero a Peñas y el paso de aves migratorias

El grupo contra la perrera en Bañugues, en la Torre del Reloj de Luanco.

Los opositores a la instalación de un albergue de animales en Bañugues, pese a que aún no hay ninguna decisión tomada, siguieron ayer en Luanco con su campaña contra la “macroperrera”. Argumentan que esa infraestructura, de llevarse a cabo, traería consigo una serie de problemas para el entorno que afectarían a la la playa de Bañugues, al sendero que comunica la parroquia con el cabo Peñas y a las aves migratorias que descansan en el concejo. La plataforma pide además ayuda a los visitantes al cabo Peñas “para que siga siendo un paraíso natural”. “Gozón no puede pagar un precio tan alto por el Consorcio –formado por once concejos–, porque apenas tiene necesidad” (de contar con una perrera mancomunada), argumentan.

Los detractores del albergue en Bañugues consideran que se tendrá que cerrar la playa si hay perrera porque “el saneamiento de Bañugues vierte sin depurar al mar. Esto es peligrosísimo porque llegarán antibióticos, medicamentos, vacunas, desparasitaciones y supondrá el cierre de la playa o un peligro para la salud además de vulnerar normativa europea”. “La macroperrera con sus ruidos, olores, ratas… hará desagradable el sendero al cabo Peñas”, entienden los opositores al albergue, que afirman además que las aves migratorias “sentirán la algarabía de los ladridos y es posible que eviten su paso por Bañugues”.

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