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Muere Rafael Benjumea, el presidente de Azsa en los noventa

El ingeniero madrileño, que también fue conde de Guadalhorce, contribuyó a salvar a la fundidora castrillonense de una crisis catastrófica

Rafael Benjumea

El ingeniero y empresario madrileño Rafael Benjumea Cabeza de Vaca falleció el jueves en Madrid tras sufrir un paro cardíaco. Tenía 82 años y a mediados de la década de los noventa se hizo cargo de Asturiana de Zinc (Azsa), que había sufrido una crisis catastrófica como consecuencia de decisiones desacertadas de sus antecesores, principalmente Francisco Javier Sitges, que falleció el pasado 22 de octubre a los 91 años.

Rafael Benjumea y su director general – José Luis Gómez Quílez– se encargaron de poner en marcha el proceso de ampliación de la fábrica, el que sería una realidad en el año 2000 (actualmente, la fábrica está inmersa, en una nueva ampliación, la de los cien millones de euros).

El trabajo que tuvo que realizar Benjumea fue el de arreglar la zozobra en que se encontraba la sociedad después de la intervención pública en Banesto -era su propietario-, después de un plan de inversiones fallidas que casi arruinan al industrial Marc Rich, el fundador del grupo Glencore. Tras Benjumea, entró en la fundidora Xstrata y, más adelante, la propia Glencore, que es la corporación que la controla de manera singular.

Benjumea fue conde de Guadalhorce hasta el año 2012, cuando el título fue para su hermana, la ganadera Isabel Benjumea, por sentencia del Tribunal Constitucional. El primer conde fue el abuelo de ambos, un ministro de Alfonso XIII que urbanizó la ría de Avilés.

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