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La Historia se abre paso entre la maleza en Gozón

Recuperan un camino medieval en Nembro, La Pedrera, que era el paso entre Luanco y Avilés: “Cuando construyeron la carretera, se perdió”

Recuperación del antiguo camín real de Nembro

Recuperación del antiguo camín real de Nembro Mara Villamuza

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Recuperación del antiguo camín real de Nembro Illán García

La historia de Gozón se abre su paso entre la maleza. Todo para recuperar el antiguo camino de La Pedrera, entre los barrios de L’Azapié y Nembro, en la parroquia de Santolaya de Nembro. El espacio que está siendo recuperado por los operarios del plan de empleo Joven Ocúpate ya existía en el año 1200 y formaba parte de la red de caminos que transcurrían por el municipio de Gozón en plena Edad Media. A esa conclusión ha llegado la asociación cultural “Fumañeda”, que preside Erika Álvarez Viña, tras analizar diversos documentos del Monasterio de San Vicente de Oviedo, entre otros centros. La Pedrera forma parte, además, del antiguo camín real que comunicaba las localidades de Luanco y Avilés y fue utilizado con normalidad por los vecinos de Gozón hasta, aproximadamente, los años setenta del pasado siglo.

Antón García Artime, más conocido como Antón de Pachu, de 93 años, es una de esas personas que atravesó el camino de La Pedrera en infinidad de ocasiones. Lo hizo acompañado de su ganado, con su carro y sus vacas. “De aquella no teníamos tractores”, apostilla. “Cuando construyeron la carretera, el camino se perdió”, relata el vecino de Nembro, orgulloso de que el camino vuelva a ser recuperado para poder caminar a través de él. El tramo a recuperar ocupa entre 300 y 500 metros de longitud.

Arriba, Antón García, “Antón de Pachu”, a la puerta de su casa en Nembro. A la izquierda, un operario realiza tareas de desbroce en el camin y, sobre estas líneas, un manantial en La Pedrera.| Mara Villamuza

“Era el camín verdadero, lo usaban los vecinos de Manzaneda para ir a la plaza a Luanco, y había unas piedras, unes llábanes, unas losas grandes que tenían unas letras –inscripciones–, debía ser un camín romano”, explica el vecino de Nembro, que pide “una limpieza en condiciones” para un paso que también utilizaban las mujeres para transportar la leche. Una vez estén finalizadas las labores de desbroce del camino, “Fumañeda” quiere recuperar esas losas grandes e intentar que vuelvan a asomar en el camino con el fin de que La Pedrera vuelva a recuperar la estampa de hace décadas. “El paso por La Pedrera también se usaba para ir a lavar al arroyo Llantada, me tienen contado los mayores”, señala Erika Álvarez. “Y también para ir al molín de La Barreda”, agrega. El también miembro de “Fumañeda”, Raúl Heres, relata que su tío Rafael Álvarez, de 64 años, le contaba que pasaba en bicicleta cargado con cebollas por ese tramo para llevarlas a las conserveras de Luanco.

La Historia se abre paso entre la maleza

Santiago González, un vecino que habita en una casa próxima al camino, recordó asimismo que las losas hoy cubiertas por la maleza “fueron tapadas con hormigón porque resbalaban mucho”. Esa zona de paso incluye también manantiales y uno de ellos “tiene dos metros de profundidad” y cuevas de raposo. “Hay que mantenerlo y que no pasen ni motos ni quads”, solicita Santiago González.

Según detalla Erika Álvarez, que investigó el antiguo trazado del itinerario, éste comunicaba Bañugues y Luanco con el puente de San Sebastián en Avilés después de pasar por Vioño y Santiago de Ambiedes. “La historia de Gozón hay que sacarla a la luz”, destaca la investigadora, que fue la encargada de solicitar al plan de empleo Joven Ocúpate la posibilidad de acondicionar ese espacio.

La Historia se abre paso entre la maleza

Antonio Ávila es el formador del grupo de limpieza en espacios abiertos y de zonas singulares, que es el que se dedica al remozado de La Pedrera. Está formado por once jóvenes menores de 30 años. “Estamos encantados con esta actuación porque la zona estaba tapada por la maleza, olvidada por el tiempo”, señala Ávila en presencia de Erika Álvarez, que sigue investigando en archivos y en las casas de su parroquia para recuperar la historia olvidada de su concejo para como ocurre con La Pedrera, sacarla a la luz.

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