La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El turismo náutico se desploma, sin escalas de barcos en la ciudad, a cuenta del covid

El club Marina de Avilés destaca que, tras una Semana Santa “a cero”, la afluencia de navegantes en verano dependerá de las normativas

Barcos amarrados en el puerto deportivo de Avilés.

La Marina de Avilés es probablemente uno de los puertos deportivos más seguros de todo el Cantábrico, ubicada en el interior de una profunda ría que le brinda un resguardo y protección fuera de lo común ante cualquier temporal. De lo que no se libra el puerto deportivo avilesino es de los embates del covid: el año pasado fue “en blanco”, según el presidente del club náutico, Mario Bada, que no se atreve a pronosticar cómo será la próxima temporada estival. “En circunstancias normales ya estaríamos recibiendo barcos en tránsito, pero este año, en Semana Santa, no entró ninguno”, precisa. Y es que el puerto deportivo de Avilés tiene un handicap añadido: el 95 por ciento de las embarcaciones que hacen escala en Avilés proceden de otros países, mayoritariamente de Francia. “El deseo es que la situación se normalice, pero no lo tenemos muy claro. No sabemos qué va a pasar en España después del 9 de mayo que finaliza el actual estado de alarma y desconocemos también la normativa que habrá en otros países”, sentencia Bada.

El nuevo coronavirus mantiene, pues, en “stand by” el turismo náutico, que en los últimos años despuntó sobremanera en la ciudad. En 2019, por ejemplo, el puerto deportivo avilesino recibió casi doscientos barcos en tránsito, una cifra muy por encima de la registrada años atrás. El Club cuenta con unos 236 puntos de amarre para barcos que oscilan entre los 5 metros y los 20 metros de eslora. Dispone de un número determinado de atraques reservados para barcos en tránsito que van desde las pequeñas esloras hasta las más grandes. Existe también un servicio de hibernaje para embarcaciones. Las tarifas para los barcos que deciden hacer escala en Avilés oscilan, para este año, entre los 12 y los 60 euros, según el tamaño de las embarcaciones. Los navegantes valoran del puerto deportivo de Avilés su ubicación, próxima al centro urbano y al Centro Niemeyer. También los servicios de los que dispone actualmente, como duchas, conexión wi-fi, servicio de lavandería y de avituallamiento, alquiler de bicicletas o de información meteorológica.

La falta de una hoja de ruta oficial para recibir embarcaciones de tránsito no ha impedido, no obstante, a los gestores de la entidad organizar distintas actividades para los próximos meses que se desarrollarán siempre y cuando lo permitan las recomendaciones sanitarias. Un adelanto, en palabras de Mario Bada: la regata de Gijón a Avilés, el trofeo Marina de Avilés en la bahía de Salinas, la regata de San Agustín, un par de navegadas de hermanamiento a San Esteban y Ribadeo o el ya tradicional concurso de pesca de altura de bonito.

Prevén colaborar también con la asociación náutica “El Adelantado” en la organización de la procesión marinera en honor a la Virgen del Carmen, a mediados de julio. Esta procesión la frenó el año pasado el covid. Sí se celebró la I Regata Nuestra Señora del Carmen, en la que participaron doce veleros de la clase crucero.

En cuanto a la ocupación de los pantalanes, Bada destacó que ésta se mantiene relativamente estable pese a las circunstancias actuales. “Lo que nos ha fallado ha sido la llegada de embarcaciones ya en Semana Santa, que era lo habitual, y desconocemos qué pasará en los próximos meses”, concluyó el presidente del puerto deportivo de Avilés.

Compartir el artículo

stats