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El Principado descarta la Quinta de Pedregal como ubicación del museo de la Memoria

La Plataforma por los Servicios Públicos propuso como sede la casa que fue centro de torturas, pero el Gobierno se inclina por la cárcel de Oviedo

Arriba, la Quinta de Pedregal, actual propiedad de la empresa Melca. Junto a estas líneas, un visitante en la parte museografiada de la antigua cárcel de Oviedo. | M. V. / I. C.

El Principado descarta que la Quinta de Pedregal vaya a ser la sede del futuro Museo de la Memoria Democrática de Asturias. Y lo descarta porque el palacio que perteneció al político reformista José Manuel Pedregal en los primeros años del siglo XX y centro de tortura en la Guerra Civil y en la posguerra más inmediata es propiedad actualmente de una empresa, Cartera de Inversiones Melca, que está en liquidación desde 2016, pero que lo ha puesto en venta. Además, es la residencia actual del fundador de la corporación, aunque Melca ha intentado desahuciarlo por la vía judicial. El propietario del edificio, en última instancia, es la empresa Sociedad Inmobiliaria de Avilés (SIA), una filial de Melca.

A este respecto, la consejera de Presidencia, Rita Camblor, explicó esta semana en la Junta General del Principado al diputado de Podemos Rafael Palacios que el Gobierno está trabajando en la búsqueda de “un lugar idóneo para establecer este museo”. Añadió que “son varios los emplazamientos que estamos barajando”. La idea que tiene el departamento de Camblor es ubicar el museo –la ley de la Memoria, que es de 2019, ordena su creación– “en algún lugar vinculado a la memoria de Asturias”. Camblor señaló que estos posibles emplazamientos “serán comunicados a las entidades memorialísticas de nuestra región y a la Consejería de Cultura”. El que tiene más números es la antigua cárcel de Oviedo, que actualmente acoge el Archivo Histórico de Asturias y cuenta con varias celdas museografiadas.

Palacios, sin embargo, se hizo eco de la propuesta defendida desde hace años por la Plataforma de los Servicios Públicos de Avilés, que el pasado verano volvió a proponer que el museo fuera para la casa de Pedregal (la anterior vez en que había sacado esta idea fue en 2017). “Me gustaría acabar esta legislatura cumpliendo algo de lo que marca la ley, por eso presentamos esta idea”, apostilló.

“Tenemos también muchos testimonios orales sobre lo que pasó en el interior de esa casa. Han pasado muchos años y la memoria no se puede disipar"

Pablo Castañón - Portavoz de la Plataforma por los Servicios Públicos de Avilés

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La historia de la casa de Pedregal la ha sacado a la luz el historiador Pablo Martínez Corral, que es autor de la monografía “Memoria y olvido en la quinta de Pedregal”. Palacios habló en su intervención de la desaparición, tras sus muros, “de unas seiscientas personas de las que nunca más se supo”. Martínez Corral escribió: “En 1937 era una enorme extensión, en parte arbolada, y rodeada por un gran muro de piedra. Los propietarios, una familia perteneciente a la alta burguesía regional, se encontraban durante la guerra en Madrid. La finca fue ocupada durante el verano de 1936 por las juventudes anarquistas, sirviendo de casa de refugiados desde octubre de 1937. Además, en agosto de 1937 el Ayuntamiento de Avilés fue bombardeado por la aviación sublevada, trasladándose entonces a la quinta”, apunta. La casa fue luego sede de Falange, cuartel de la Guardia Civil y centro de torturas.

“Tenemos también muchos testimonios orales sobre lo que pasó en su interior. Han pasado muchos años y la memoria no se puede disipar”, apostilló en su momento Pablo Castañón, portavoz de la Plataforma por los Servicios Públicos de Avilés. “Garantizo que este año tendremos el museo y, si no es el museo, habilitaremos esas secciones en museos ya existentes tal y como dice la ley”, prometió la Consejera de Presidencia al diputado de Podemos.

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