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La natalidad cae a mínimos históricos en Avilés, con 690 partos el año del covid

El Hospital San Agustín prevé atender a lo largo de este ejercicio 638 alumbramientos, la cifra más baja registrada en cuatro décadas

Una matrona del San Agustín con un recién nacido, en una imagen de archivo. Mara Villamuza

La crisis sanitaria ha hundido la natalidad. El confinamiento que comenzó a mediados de marzo del año pasado no ha traído nueve meses después un “baby boom”, como podía caber esperar, sino todo lo contrario: en esos nueve meses de confinamiento, desescaladas y nuevas normalidades nacieron en el Hospital Universitario San Agustín 555 niños, 49 de ellos en diciembre. Se trata de la cifra más baja registrada en el complejo sanitario avilesino desde que abrió sus puertas hace algo más de cuarenta años, pero los expertos consideran que no se ha tocado fondo aún. De marzo a marzo de uno y otro año, en plena pandemia, han venido al mundo en Avilés 690 bebés.

“El covid está creando pánico entre las parejas, que se están retrayendo a la hora de embarazarse”, señala el jefe de Obstetricia y Ginecología del complejo sanitario avilesino, quien puntualiza: “Estamos en las tasas más bajas de toda la historia de la natalidad de Asturias, y esto tiene mucho que ver con el miedo de las parejas a tener un embarazo”. Los números confirman su predicción hecha con ojo clínico: desde enero a marzo de este año han nacido 135 bebes en 134 partos –uno fue múltiple– y la previsión es cerrar 2021 con 638 bebés en el área sanitaria avilesina, por debajo de los 669 nacidos en todo 2020.

Los expertos creen que hay que esperar unos meses para ver si este mínimo se consolida o responde a los momentos de “pánico e incertidumbre” que se vivieron en la peor situación de la pandemia, como explica Alejandro Macarrón, director de la Fundación Renacimiento Demográfico, una organización independiente sin afiliación política ni religiosa, preocupada por las consecuencias de la natalidad y el envejecimiento de la población. “Creíamos que iba a ver un baby boom porque la gente se iba a juntar más, pero ha primado el ambiente de zozobra e incertidumbre que se creó y que hizo que los ciudadanos amplificaran las dificultades que existen para poder tener hijos”, incidió.

Las dificultades para tener hijos son conocidas, según los entendidos: desempleo, estabilidad laboral tardía o falta de medidas para apoyar la natalidad y la conciliación laboral y familiar de los padres, entre otras. En este sentido, el pediatra avilesino José Ignacio Pérez Candás es un firme defensor de las políticas de conciliación. En los peores meses de la pandemia por el nuevo coronavirus consideró que era el momento idóneo “para apostar por la conciliación, para proteger a las familias, a los niños y a los ancianos”. “Una sociedad en la que la conciliación pasa por ingresar a un niño en una guardería o a un anciano en una residencia está fallando”, dijo.

José Ignacio Conde Ruiz, el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), autor de un estudio sobre el proceso de envejecimiento en España, vincula directamente el mínimo histórico de la natalidad de este mes de diciembre a la economía, y no sólo a la que arrastra el covid. “Quienes han sufrido el coste de la crisis en 2020 han sido las personas con contratos temporales, y ahí están muchos jóvenes, y a ellos se les han juntado dos crisis seguidas. La está sufriendo una generación a una edad muy determinante para el desarrollo laboral y personal”, expresó Conde. Esa es la causa principal, a juicio de los expertos sobre la acusada caída de la natalidad: un mercado laboral muy precario, que ha afectado a los más jóvenes muy especialmente en estos meses.

Durante el pasado mes de marzo había en Avilés 7.017 personas sin empleo: de ellas, 3.499 eran mayores de 45 años; 2.939 se situaban en la franja de edad entre 25 y 44 años y 584 pertenecían al grupos de menores de 25 años, siendo estos dos últimos grupos los que mayor impulso podrían dar a la natalidad.

Uno de cada cinco vecinos está en edad de jubilación

El 53,35% (41.500) de los habitantes empadronados en Avilés han nacido en dicho municipio, el 40,11% han emigrado a Avilés desde diferentes lugares de España, el 22.80% (17.734) desde otros municipios de la provincia de Asturias, el 17,31% (13.469) desde otras comunidades autónomas mientras que el 6,54% (5.088) han emigrado a Avilés desde otros países. Son los datos del último informe del padrón municipal del Instituto Nacional de Estadística. Es decir, que además de nacer menos niños, los que vienen al mundo en Avilés o residen allí es porque su familia se ha trasladado desde otros municipios asturianos mayoritariamente.

Según los datos del INE, el número de habitantes en Avilés es de 77.791, lo que supone 391 habitantes menos que los que había en 2019. En cuanto a la edad media, La población menor de 18 años en Avilés hasta la última actualización del INE es de 10.523, lo que representa el 13,5%. Por su parte, el grupo de edad entre 18 y 65 años aglutina a 49.194 vecinos, el 62,9% del total mientras que la población mayor de 65 años en Avilés es de 18.465, el 23,6% La situación del municipio en los puestos de cabeza de las ciudades españolas de su tamaño con más habitantes mayores de 65 años ha llevado al gobierno local a desarrollar una estrategia para atraer a nuevos vecinos y familias jóvenes para reverdecer un padrón menguante. Tal como ha advertido la Alcaldesa, Mariví Monteserín, en el año 1985 Avilés era la ciudad de mayor densidad de jóvenes, y en 2025 la estadística dice que se situará entre las ciudades con la población más envejecida de España [y también de Europa]. “Tenemos que prepararnos para ello”, ha señalado la regidora en varias ocasiones al hablar de los planes para rejuvenecer el padrón local.

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