El mayor logro del campeón avilesino Yago Lamela fue aquel salto de 8,56 metros. El dramaturgo Julio Béjar (Almería, 1987) quedó conmocionado con aquel prodigio. Y lo convirtió en teatro. El auditorio del Niemeyer acogió ayer tarde el estreno nacional de “8,56. Inspirado en un salto de Yago Lamela”, un espectáculo como una epopeya. Y es que Béjar detiene el tiempo en cada una de las zancadas para llevar a su criatura a distintos episodios de su vida y explicar qué le sucede a los héroes cuando llega la hora del óxido y la gloria queda en nada.

De eso fue la función de anoche, que alcanzó el aplauso de los espectadores que acudieron al complejo de la ría, con ganas de regresar a la normalidad de la cultura completa y es que la función de anoche estuvo fechada en dos ocasiones anteriores. El gran confinamiento y el cierre perimetral dejó el montaje para esta primavera soleada.

El teatro vuelve la semana que viene, el día 30, al Palacio Valdés. Entonces será “Dribbling”, con Nacho Fresneda y de Ignasi Vidal, otro de los dramaturgos del momento. “Dribbling” es otro espectáculo que estuvo aplazado.