Efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón detuvieron la semana pasada a un hombre como presunto autor de dos delitos de robo con fuerza y una tentativa. Los asaltos se produjeron en Piedras Blancas y San Martín de Laspra. El detenido ‘ocupaba’ una vivienda en Castrillón, donde se organizaron los delitos, y contaba con antecedentes policiales por hechos similares.
El primero de los robos se produjo el 18 de abril en el interior de una vivienda habitada. El hombre fue sorprendido a mediodía por el dueño de la vivienda en el interior de la misma cuando ya se disponía a abandonar el inmueble por una ventana que previamente había forzado, dando lugar a una persecución del dueño al delincuente con la intención de interceptarlo, pero que tuvo que cesar al verse intimidado por el delincuente con un machete del que se había apoderado en el interior de la vivienda.
Los datos aportados por el denunciante respecto a la descripción física de autor del robo, así como del vehículo que usaba permitió su identificación, tratándose de una persona con numerosos antecedentes policiales por delitos de robo en viviendas. La Guardia Civil inició una investigación para identificar y detener a su autor.
El día 19 de abril se produjo una tentativa de robo en una vivienda de Piedras Blancas. Un individuo saltó el cierre perimetral de la finca, sin percatarse que había personas en el interior de la vivienda. Al verse sorprendido cuando miraba a través del cristal de una de las ventanas emprendió la huida y se alejó del lugar en un ciclomotor. Nuevamente la descripción física del autor del hecho hizo sospechar a los agentes de la misma persona que en el caso anterior.
La mañana del día 21 de abril se perpetró un nuevo robo con fuerza en otra vivienda, también en Castrillón. El autor, tras escalar el cierre perimetral de la finca, accedió al interior de la propiedad por la puerta, ya que no se encontraba cerrada. Se apoderó de un reloj valorado en 500 euros y 300 euros en metálico. En el momento del robo, la casa estaba ocupada y la vecina sorprendió al asaltante, que huyó del lugar. Nuevamente, la descripción física aportada por la víctima, coincidió con la de la misma persona y al mismo tipo y color del ciclomotor utilizado para abandonar el lugar.
En todos los casos la colaboración de las víctimas fue fundamental, ya no solo aportando datos de la descripción física del autor, sino también con su reconocimiento fotográfico posteriormente. Tras varias gestiones por parte de los investigadores se consiguió concretar que el autor, R.R.G., ocupaba una vivienda en una localidad castrillonense, por lo que el día 22 se estableció un dispositivo discreto en las inmediaciones del mismo, lo que permitió su detención. Se le incautó un cuchillo de cocina, una navaja multiusos, unos guantes, una máscara de color blanco, una bufanda tubular de color negro y una papelina de heroína.
